Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.Jena es una bonita ciudad en el estado de Turingia, Alemania, en territorio de la antigua República Democrática Alemana (RDA) y a su vez feudo del luteranismo. Ayer 20 de abril, unos 250 neonazis se manifestaron ahí con una marcha de antorchas por el centro de la ciudad. Oficialmente, era una convocatoria contra "el fascismo de izquierdas" y el rechazo a una supuesta "extranjerización de Alemania". Pero a nadie se le escapa una fecha tan poco casual: ayer 20 de abril era el 127 aniversario del nacimiento de Hitler.
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A pesar de que 3.500 antifascistas salieron a la calle como muestra de rechazo a la manifestación, un amplio dispositivo policial de más de 400 agentes antidisturbios de diferentes estados cerró un perímetro del centro de la ciudad para que la marcha pudiera hacerse sin ningún tipo de impedimento.Por otra parte, el colectivo antifascista, ampliamente organizado, contó con el apoyo de buena parte del tejido social de la ciudad: desde la Iglesia luterana, que hizo una misa en plena calle por la tolerancia y la convivencia entre religiones, pasando por el partido socialdemócrata (SPD), los Verdes, la izquierda poscomunista de Die Linke, hasta los sectores más combativos antifascistas del Black Block.
La marcha neonazi fue organizada oficialmente por Thügida, la rama regional del nuevo movimiento islamófobo alemán de patriotas europeos contra la islamización de Occidente. A pesar del intento camaleónico de esta organización, que pretende camuflar su ideario bajo nuevas siglas y nuevas consignas, los asistentes lucieron todo tipo de simbología relacionada con el imperio alemán y el Tercer Reich, que en principio no está tipificada como delito y evitaron mostrar la que sí está perseguida por la ley.Entre los asistentes se reunieron nostálgicos, cabezas rapadas neonazis, jóvenes de estética "casual", y el "Black Block antiantifa". La marcha terminó sin incidentes considerables a pesar de la lluvia de botellas y globos de agua que propinaron un grupo de antifascistas a los neonazis concentrados.
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Jena, la ciudad cuna del terrorismo neonazi
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