Imagen por KHIDER ABBAS/EPA
Las autoridades iraquíes están removiendo cielo y tierra para mejorar las medidas de seguridad del país después de la masacre. A finales de la semana pasada, la detonación de un coche bomba en la provincia de Diyala, al norte de Baghdad, provocó 115 muertos y alrededor de 170 heridos. Es el peor ataque registrado en el país en la última década.El autoproclamado Estado Islámico, también conocido por el acrónimo Daesh, reivindicó la autoría del coche bomba que estalló el viernes en Khan Bani Saad a través de sus cuentas de Twitter. La embestida sucedió mientras los habitantes celebraban el Eid al-Fitr, la jornada festiva en que se celebra el fin del ayuno, después del sagrado mes de Ramadán.Un inspector jefe de policía y 3 agentes de la cúpula de las fuerzas de seguridad han sido despedidos de manera fulminante después del ataque, según informa Associated Press. Otros dos miembros del mando policial están siendo investigados.La muerte se cebó con gran cantidad de mujeres y de niños que habían salido al mercado de Diyala para celebrar el día de fiesta. Los funerales por las víctimas se celebraron menos de 48 horas después del atentado. Los dolidos familiares y vecinos se concentraron alrededor de los 115 féretros cubiertos por banderas. Alrededor de 170 personas resultaron heridas en el ataque.Estado Islámico ataca la mayor refinería de petróleo de Irak con terroristas suicidas. Leer más aquí."Lo que presenciamos ayer es inenarrable. Llamas, cadáveres, heridos, mujeres y niños gritando… Khan se ha convertido en una zona de desastre", relató Salem Abu Moqtada, a AFP, que vende verduras en el mercado.Las autoridades contaron a AP que la detonación fue originada por una pequeña furgoneta cargada de explosivos. La mayoría de las víctimas eran chiítas que habían acudido a comprar. El sábado, Salim al-Jabouri, miembro del parlamento iraquí, declaró que se trataba de una "horrible matanza sectaria". También declaró que el gobierno está trabajando para impedir que "la guerra del horror de EI rompa la seguridad de Diyala"."Habíamos ido al mercado para comprar y empezar a preparar la fiesta del Eid", contó un habitante que prefirió mantenerse en el anonimato a AP. "Pero la alegría se ha convertido en duelo. Hemos perdido a familiares, amigos y conocidos, y todo por culpa de la incapacidad de este gobierno por garantizar nuestra seguridad".La Casa Blanca emitió un comunicado el sábado en que describía el atentado como "un ataque desalmado contra el pueblo iraquí"."Este último ataque es otra dolorosa muestra de las atrocidades que los terroristas de EI vienen perpetrando contra el pueblo de Irak", señaló Ned Price, portavoz del consejo de Seguridad Nacional, en un comunicado.Las autoridades iraquíes llevan librando una incansable batalla contra los combatientes yihadistas de EI desde que estos irrumpieran el verano pasado e invadieran amplios tramos del norte de Irak. Si bien las fuerzas iraquíes han sido capaces de recuperar gran parte del territorio, las embestidas de EI son persistentes.El domingo, la coalición que dirige Estados Unidos en la lucha contra el grupo terrorista, dejó caer folletos sobre Raqqa, la capital de-facto de EI. En ellos se podía leer la promesa de que "la libertad llegará" a la provincia, según relataron los activistas a AP. En los folletos podían verse también dibujos de terroristas muertos e ilustraciones de la bandera de Estado Islámico dibujada del revés.
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CASA BLANCAOficina del Secretario de PrensaPara publicación inmediataJulio 18, 2015Declaración del Portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Ned Price, sobre el reciente ataque terrorista en IrakEstados Unidos condena firmemente el aberrante ataque de EI en la provincia de Diyala. El ataque se dirigió de manera deliberada y macabra contra civiles iraquíes que se encontraban celebrando la festividad del Eid ul-Fitr, la jornada que señala el fin del Ramadán. Este último ataque es otra dolorosa muestra de las atrocidades que los terroristas de EI vienen perpetrando contra el pueblo de Irak.Estados Unidos permanece inquebrantable en su compromiso de trabajar conjuntamente con el primer ministro Al-Abad y con sus socios en Irak y en la comunidad internacional, para poner fin a la depravación de EI. Estados Unidos continuará ofreciendo su apoyo al gobierno de Irak y a sus fuerzas de seguridad, en nombre de la valerosa gente de la provincia de Diyala y de todos los iraquíes perseguidos por Estado Islámico. Nuestro objetivo final seguirá siendo el de menoscabar y destruir la organización terrorista.Statement by NSC Spokesperson Ned Price on the Recent Terrorist Attack in Iraq— WH National Security (@NSCPress)July 18, 2015
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#Raqqa Coalition Warplanes Drop leaflet over the city of Raqqa #Syria #ISIL #ISIS pic.twitter.com/mTWPUqC1yR
— ????? ???? ???…? (@Raqqa_Sl) July 18, 2015