Imagen vía Pixabay
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Los controles de saliva para detectar la presencia de marihuana serán administrados por el personal médico destacado en cada escuela y los resultados quedaran sometidos a la confidencialidad que se presupone a toda relación entre médico y paciente. Especialmente si los estudiantes son mayores de edad. Los menores se pueden olvidar de confidencialidad alguna: sus padres serán puestos al corriente de sus desmanes tan pronto como sean descubiertos.Los maestros de las escuelas no tendrán acceso a los resultados individuales de sus alumnos. La idea es ponerles al corriente de la estadística general de su centro.Las prohibitivas leyes internacionales de drogas no frenarán la legalización de la marihuana. Leer más aquí.
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Igualmente, cada instituto que forme parte del programa tendrá que elegir también a su "controlador de adicción", responsable de identificar a los alumnos en riesgo.La policía italiana está utilizando el 'drogómetro', pero su fiabilidad es un desastre total. Leer más aquí.
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