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VICE World News

Limpieza social en Londres: protestas por la vivienda coinciden con la mayor feria inmobiliaria del mundo en la ciudad

Las propiedades londinenses se utilizan cada vez más como ‘moneda de reserva mundial’ para los ricos — y eso no gusta a todos sus residentes.
Imagen vía Reuters

La feria de promoción inmobiliaria más importante del mundo llegó a Londres la semana pasada por primera vez. Recibida con "gran orgullo" por el alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, el MIPIM durante sus ya 25 años de existencia ha tenido sede en Cannes, donde cada año, un par de meses antes de que la ciudad de la Riviera francesa extienda la alfombra roja para las celebridades del mundo del cine, pone en escena un foro exclusivo para los principales agentes del escenario internacional inmobiliario.

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Este año, sin embargo, con la atención puesta en el incremento de los precios de la vivienda en Londres, los organizadores del MIPIM han decidido que "la capital inmobiliaria del mundo" necesitaba contar con un evento propio.

Al igual que muchas capitales del mundo como Nueva York, Londres ha estado luchando con cuestiones referentes al aburguesamiento, la inversión extranjera y la vivienda digna, a la vez que el increíble incremento del precio de las propiedades y un régimen fiscal favorable sigue atrayendo a compradores externos adinerados en busca de altos rendimientos y un lugar seguro donde guardar su dinero. No obstante, mientras Johnson insiste en que dicha inversión es clave para el estatus de Londres como líder en el escenario mundial, muchos ciudadanos residentes están siendo empujados a sus fronteras, o más allá de ellas.

El principal ponente en el MIPIM fue, evidentemente, el propio Johnson, quien bromeó asociando las siglas de la feria con "Men in property in the Mediterranean" (Hombres en el Sector Inmobiliario en el Mediterráneo), o "Meet me in the pool in a minute" (Nos vemos en la piscina en un minuto)." En realidad las siglas responden a "Le marché des professionnels internacional de l'Immobilier" (Mercado Internacional para los Profesionales del Sector Inmobiliario) - pero la evaluación de Johnson consiguió desatar un coro de risas.

La entrada costaba 500£ (806$), un precio bastante asequible para la larga lista de inversores extranjeros buscando hundir su capital en el fiable mercado inmobiliario del Reino Unido, así como para los líderes de los Ayuntamientos del distrito de Londres —como de Lambeth's Lib Peck — para quien trabajar con los inversores es la única manera de satisfacer la reivindicación por un vivienda digna.

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comentó Aditya Chakraborty recientemente en The Guardian, muchos Ayuntamientos están al borde de la bancarrota, y consideran que la venta de inmuebles es la única forma de generar ingresos. El uso de las viviendas de Londres como "moneda de reserva mundial" para las clases adineradas, y el hecho de que la generación de empleo surja gracias a la inversión de capital y no a la inversa, supone que los salarios no estén subiendo tan rápido como los costes de vida en Londres. No obstante, Johnson pareció estar muy orgulloso de acoger a la élite extranjera, según se ha informado, diciendo a los asistentes de la conferencia: "No quiero echar a ningún oligarca. Sus grúas están brotando en toda la ciudad, y esto es maravilloso". El hecho de que estas grúas estén construyendo pisos de lujo que podrían quedar vacíos en lugar de viviendas sociales, no parece ser un problema para el alcalde.

Dadas las circunstancias, no sorprende que un centenar de los más acérrimos activistas por una vivienda digna de Londres, tomara esta feria como la oportunidad para avergonzar a los especuladores y los magnates a quienes acusan de estar segregando socialmente la capital. Si los inversores inmobiliarios apenas tienen una idea de cómo es ser pobre en la ciudad, un reciente artículo del Times escrito por una BWAG confesa (del inglés mujer y novia de banquero), reveló hasta qué punto los ricos ignoran la realidad económica diaria que viven los ciudadanos:

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"Los super-ricos internacionales, cuyo tema favorito de conversación es el inmobiliario, coleccionan casas como en un juego de Monopoly, comprando las casas más caras, en los códigos postales más caros… Es ridículo ver como amigos míos, cuyas familias cuentan con dos ingresos de 500.000£ de los grandes bancos de la ciudad, no pueden permitirse comprar una propiedad en el centro de Londres. Me refiero a personas que han vivido en el territorio Alfa durante los últimos diez años y se han trasladado para poder vivir cerca de una buena escuela pública, porque ya no pueden pagar las cuotas en las escuelas privadas".

Si bien esta situación seguramente no aumente la empatía hacia los ricos, sí puede explicar la conmoción e indignación mostrada por los delegados del MIPIM cuando recibieron la confrontación de una horda de representantes de la izquierda al grito de "¡Debería daros vergüenza!" mientras trataban de entrar en el edificio. "Yo trabajo para el NHS, compañero!", gritó un delegado, como si la presencia de personal del Servicio Nacional de Salud confraternizando con promotores inmobiliarios fuese algo de lo que estar orgulloso, más que preocupado. Uno de los manifestantes, Mark, describió con calma cómo acababa de ser asaltado por una policía para tomar declaración.

"Estaba parado en la vía pública pidiendo explicaciones a los delegados del MIPIM sobre por qué estaban allí. Un hombre con la cara roja y muy irritado se opuso a mi pregunta y me golpeó en la boca", dijo a VICE News. Lamentablemente para el irascible magnate inmobiliario, acto seguido fue arrestado y llevado a la comisaría.

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Los organizadores de la conferencia insisten en que el evento no pretende usar Londres como un tablero de Monopoly, como afirman los manifestantes. En respuesta a una carta criticando el MIPIM en The Guardian, Peter Rhodes de Reed Midem, empresa organizadora del evento, dijo que la imagen dada por las críticas de la MIPIM "no es la imagen con la que la gente que trabaja para regenerar las ciudades de Gran Bretaña y pueblos se identifica" porque "han contribuido al renacimiento urbano en el Reino Unido".

Las empresas privadas tienen que obtener beneficios, y la vivienda social no es rentable a corto plazo. Pero para los ayuntamientos a los que no les quedan viviendas de protección oficial disponibles para acoger a más gente, les es incluso más costoso pagar para que la gente pueda alojarse en pensiones. Esto ha forzado a los Ayuntamientos como el de Enfield, en el norte de Londres, a crear un fondo para poder comprar gran parte de los inmuebles en subasta con el fin de crear nuevas viviendas sociales. Algunos órganos urbanísticos están incluso trasladando inquilinos a Hull, Grimsby y otras ciudades fuera de Londres. La situación no es mucho mejor para los inquilinos privados, que están a merced de los caprichos de sus propietarios y del constante aumento de las tasas de mercado inmobiliario.

Jag Bhatia, un ex organizador comunitario que actualmente ayuda a las personas que se enfrentan a dificultades en el sector del alquiler con propietarios inmorales, dijo que estaba apoyando la protesta debido a que muchas familias estaban siendo obligadas a irse de la capital.

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"Debido al incremento en los precios de los alquileres, las personas que están alquilando de forma privada actualmente ya no pueden permitirse vivir en Londres, lo cual afecta a sus puestos de trabajo y a las escuelas a las que van sus hijos", dijo Bhatia a VICE News. "Se les exige mudarse a regiones más económicas, lo cual significa trasladarse a zonas donde no tienen redes ni familia. En resumen, todo esto se está sumando a la limpieza social de Londres".

Johnson hizo la más breve de las apariciones fuera de la sede, escabulléndose por la puerta lateral para no ser entrevistado. Los manifestantes llegaron rápidamente para recordarle sus puntos de vista, pero éste permaneció en la salida solo unos instantes antes de irse.

Tras lanzar todo tipo de insultos al alcalde de Londres, los manifestantes se reunieron alrededor de una casa improvisada hecha con carteles de "Se alquila", que rápidamente fue rodeada por la policía. Aun así los manifestantes no se dieron por vencidos tan fácilmente, y más tarde regresaron a la entrada principal, donde consiguieron causar el caos suficiente para obligar a la policía a cerrar las persianas.

Los críticos dicen que eventos como la MIPIM son un reflejo del incremento de la desigualdad social, a la vez que los bienes públicos se venden a empresas privadas y Londres se va convirtiendo a gran velocidad en una exclusiva zona de juegos para los súper-ricos.

Mientras tanto la indignación de los ciudadanos por los efectos de la crisis de la vivienda sigue creciendo. Para los activistas del Radical Housing Network(Red de Viviendas Radicales), el evento continuó con una protesta y el reparto de parodias del Evening Standard sobre la crisis de la vivienda.

40k spoof editions of the Evening Standard have been handed out in London this evening by the Radical Housing Network — HeardinLondon (@HeardinLondon)October 17, 2014

Cabe destacar que en el MIMPIM no se vende únicamente terreno de los Ayuntamientos - el Sistema Nacional de Salud también está entrando en acción. El Imperial College NHS Trust ha puesto a la venta terrenos de grandes dimensiones de tres de sus hospitales. De hecho, uno de los seminarios del evento se titulaba: "Explorando la Sanidad: Oportunidades para el Sector Inmobiliario".

John Lubbock es un activista y ex organizador comunitario. Síguele en Twitter: @jwsal