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Vice Blog

El molusco que amenaza la biodiversidad del Amazonas no ha llegado a aguas colombianas... Todavía

Gracias al instinto de supervivencia del mejillón dorado su presencia representa una gran amenaza para la cuenca del Río Amazonas. En Colombia, su invasión está por venir.

Una amenaza de menos de tres centímetros de largo, altamente invasiva y excepcionalmente adaptable se dirige a la cuenca del Amazonas, si es que, de hecho, no ha llegado ya.

Originario de China, el mejillón dorado hizo un notable viaje hasta Argentina a principio de los años 90, sobrevivió a las aguas de lastre, usualmente tóxicas, que los barcos de gran calado cargan para mantener su estabilidad. Los bivalvos ocuparon rápidamente las rocas del Río de la Plata en Argentina: pasaron de cinco organismos por metro cuadrado en 1991 a 30.000 en 1992, y casi se triplicaron en 1993, con 82.000. Alcanzaron el gran número de 150.000 en 2002.

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Pronto, elLimnoperna fortunei se detectó en Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil y ahora se está tratando de colar en los casi 2.000 kilómetros de la cuenca del Amazonas, hábitat en el que residen la mayor cantidad de especies de peces de agua dulce en el mundo.

Según Demetrio Boltovskoy, quien estudió el mejillón dorado por más de 20 años en la Universidad de Buenos Aires, es solo cuestión de tiempo antes de que se encuentre en la cuenca.

"Hemos esperado que esté presente en la cuenca desde hace algunos años. Todavía no se ha reportado ninguno, pero eso no significa que no esté ahí", le dijo Boltovskoy a VICE, haciendo énfasis en lo basta que es la zona y en la cantidad de espacios que hay sin monitorear. "Es inevitable", aseguró el científico.

La adaptabilidad del mejillón es la clave de su destreza para habitar ecosistemas lejos de su hogar. Capaz de soportar un alto grado de variabilidad en la temperatura del agua y en los niveles de salinidad y acidez, su número puede incrementar rápidamente, causando que algas tóxicas "germinen", lo que conlleva a que se incremente la mortalidad en los organismos que habitan los cuerpos de agua.

El medio ambiente no es el único que está en riesgo. El bivalvo puede causar también grandes problemas para las industrias que trabajan y usan el medio –especialmente en un país que obtiene más del 80% de su electricidad a través de represas. Los mejillones obstruyen los tubos de las centrales eléctricas, instalaciones industriales y centros de tratamiento de agua, lo que hace que los gobiernos tengan que pagar millonarias cuentas en limpieza y mantenimiento de las instalaciones. No esperes que filtros o pantallas hagan el trabajo; mientras estos retienen a los mejillones adultos, las larvas pueden atravesarlos.

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Mauro Rebelo, un científico y profesor de la Universidad de Río de Janeiro, dijo que la cuenca había tenido suerte de haber mantenido a raya esta invasión por tanto tiempo.

"La cuenca del Amazonas está en gran riesgo y me sorprende que el molusco todavía no haya llegado", le dijo Rebelo a VICE. "La adaptabilidad de estos mejillones se debe a sus genes. En qué genes se encuentra dicha disposición es la gran pregunta que nos toca responder".

Rebelo está haciendo alusión a una solución prometedora en marcha, encabezada por Marcela Uliano da Silva de la Universidad Federal. Da Silva ha logrado conseguir $20.000 dólares a través de plataformas de financiación colaborativa, para descifrar el genoma del mejillón con la esperanza de descubrir cómo se apagan los genes de supervivencia de los mismos.

'Se aparean mucho más de lo que duermen y comen aún más.'

"Los mejillones llevaron el refrán 'crece y reprodúcete' muy lejos. Crecen el uno con el otro, uno debajo del otro, crecen, crecen, crecen", explica Da Silva en un corto animado para su campaña de recolección de fondos. "Sin depredadores naturales, y bien adaptados al clima tropical, estos moluscos solo hacen tres cosas: comer, dormir y reproducirse, no necesariamente en ese orden. Se aparean mucho más de lo que duermen y comen aún más".

Según Da Silva, la secuenciación del genoma podría tardar cuatro años, lo cual Rebelo, quien es su asesor académico, dijo que era "muy optimista". Sin embargo, le advirtió a VICE: "Creo firmemente que el silenciamiento génetico es el camino que debemos tomar y no seguir vertiendo más veneno en el agua".

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Tener éxito en descifrar el genoma del mejillón dorado, podría significar un gran avance para tratar a otros invasores, sobre todo el mejillón cebra, una de las plagas que le ha cuesta a la industria de energía norteamericana más de 60 millones de dólares al año.

Los esfuerzos para controlar el mejillón en Brasil se han enfocado en fortalecer la conciencia pública, a través de campañas como la de la compañía eléctrica Furnas que dice: "No deje que el mejillón dorado se cole". La campaña advierte a los pescadores del alto riesgo de transportar involuntariamente el bivalvo resistente a nuevas áreas. El Gobierno, además, también impuso regulaciones que controlan el vaciamiento de agua de lastre por parte de barcos de gran calado.

Intentar matar el mejillón con químicos trae consigo riesgos ambientales y esto no parece no ser una solución garantizada al problema. Los mejillones pueden percibir sustancias tóxicas en el agua y mantener sus valvas cerradas, jugando unas mortales escondidas durante varias semanas. Al estar afuera del agua, los mejillones pueden vivir por más de dos semanas en el balde del investigador, lo cual no es sorprendente pues la criatura puede incluso sobrevivir dentro en el aparato digestivo de los peces después de ser devorado.

"Considero que la solución es aprender a convivir con el mejillón, acostumbrarse a él y tratar de luchar contra él en fábricas, en plantas industriales y de energía en donde causan graves daños", le dijo Boltovskoy a VICE. "En la naturaleza, ya hemos perdido la batalla".

¿Colombia está en riesgo?

En 2011 el INVEMAR (Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras) en su estudio Guía de las especies introducidas marinas y costeras de Colombia plantea que la prevención, detección temprana, respuesta rápida, erradicación, contención, mitigación del impacto y monitoreo, son medidas de gestión frente a esta y demás especies invasoras que se están propagando con rapidez en diferentes zonas de América del Sur y en el país.

Tratando de entender si el molusco había llegado o no a aguas nacionales, VICEColombia habló con el investigador Demetrio Boltovsky sobre la presencia del mejillón dorado en el país. El científico asegura que la especie invasora Limnoperna fortunei no ha llegado aún a Colombia, pero no se demorará mucho en hacerlo.

"Personalmente tengo pocas dudas de que lo hará, aunque nadie sabe cuándo. La colonización de la cuenca del Amazonas se viene anticipando desde hace ya algunos años, pero hasta ahora no sabemos que haya entrado en ella, de manera que su capacidad de saltar de una cuenca a otra probablemente sea menor de lo que pensábamos".