Imagen por STR/EPA
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El castigo divide a los indonesios, como sucede con los chinos, malasios, tailandeses, y más: mientras el gobierno de Tailandia preparaba la pena capital para sus reos, afuera decenas de manifestantes se congregaban para pedir un alto a la pena capital por narcotráfico. Sus voces discordantes forman parte de un coro internacional que pide el cese de estas sanciones."Resulta descorazonador que tantos países sigan aferrándose a la falsa idea de que matando a personas conseguirán de algún modo terminar con la adicción o reducir la delincuencia."El uso de la pena de muerte para los delitos de drogas no es ni mucho menos el único motivo de preocupación. Shahrul Izani Suparman, por ejemplo, tenía sólo 19 años cuando fue hallado en posesión de más de 200 gr de cannabis, por lo que automáticamente se le consideró culpable de tráfico de drogas y más tarde fue condenado a una pena preceptiva de muerte en Malasia", ha manifestado Chiara Sangiorgio, experta de Amnistía Internacional (AI) sobre la pena de muerte.¿Realmente funciona la guerra contra las drogas? Jóvenes de todo el mundo dan su opinión
Organizaciones civiles como AI y Humans Right Watch han insistido en que la pena capital en delitos relacionados con drogas es un incumplimiento al Derecho Internacional y a los tratados internacionales sobre derechos humanos.Sigue a Martín Andrade en Twitter: @godomartoSigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEsLa guerra contra las drogas destruye vidas, y también el medioambiente. Leer más aquí.