Debe su nombre al lunfardo «colifato», «loco querible» y posee la peculiaridad de ser la primera en el mundo conducida por pacientes de un psiquiátrico. Fue creada el 3 de agosto de 1991, por iniciativa del todavía estudiante y posteriormente psicólogo Alfredo Olivera como parte de la terapia de recuperación para pacientes del Hospital Neuropsiquiátrico Doctor José T. Borda. La intención original del programa era dotar a pacientes internados y externados de un espacio de autonomía y facilitarles herramientas para recuperar la iniciativa necesaria para su reinserción a la salida de su internación.
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