Imagen por Mario Tama/Getty Images
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Y aunque la presidenta ha dicho públicamente que prefiere que la echen del Palacio de la Meseta a renunciar, todo parece indicar que es cuestión de tiempo para que la líder del Partido de los Trabajadores salga del puesto y entre a la lista negra de mandatarios destituidos de América Latina, junto con el guatemalteco Otto Pérez y el paraguayo Fernando Lugo, entre otros.Con el voto en contra de la Cámara Baja, ahora toca el turno al Senado para aprobar o desechar el juicio político. Esa votación se espera a principios de mayo, aunque la prensa local ya adelanta el resultado: las posibilidades de que la presidencia de Rousseff sobreviva a esa sesión son prácticamente nulas.En ese probable escenario, la presidenta de Brasil será obligada a abandonar su cargo temporalmente por 180 días, ceder la silla al vicepresidente Michel Temer — un viejo aliado político que ahora se ha vuelto su enemigo — y esperar a que el Senado la investigue durante seis meses y concluya sus pesquisas.Si dos terceras partes de los senadores encuentran inocente a Dilma Rousseff, ella podrá volver a liderar el país, aunque lo haría con un capital político demasiado erosionado como para gobenar con el rumbo que ella quisiera.Pero si la encuentran culpable, Dilma Rousseff será expulsada definitivamente de la presidencia de Brasil y saldrá por la puerta trasera de la historia.Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEsDilma Rousseff es la presidenta menos querida de América Latina, afirma una encuesta. Leer más aquí.