Cómo la cárcel mexicana se convirtió en el imperio moderno de los fariseos

FYI.

This story is over 5 years old.

CDMX

Cómo la cárcel mexicana se convirtió en el imperio moderno de los fariseos

La condena de estos presos ya no es a latigazos y la corona de espinas mutó en disciplina, el mecanismo de control por excelencia de la cárcel tal como la conocemos ahora.

Si Jesús hubiera nacido en Iztapalapa, capaz que en vez de crucificarlo para castigarlo por su papel de agitador de un pueblo esclavo, le hubiese tocado cumplir condena en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. Cada Semana Santa desde hace veinticinco años, los presos de esa mega cárcel y de otras que son parte del sistema penitenciario del Distrito Federal, representan teatralmente la detención arbitraria de Cristo, el abuso de autoridad de sus captores, su juicio amañado y su condena desproporcionada, que acaba en la muerte y la vejación pública.

Publicidad

La condena de estos presos ya no es a latigazos y la corona de espinas mutó en disciplina, el mecanismo de control por excelencia de la cárcel tal como la conocemos ahora. La disciplina y el aislamiento deben entenderse como las dos caras de la forma moderna de ejercer el castigo. La lógica carcelaria es territorial, es aduanera: te cobra por pasar de aquí a allá, por sacarte del ostracismo del hacinamiento de una estancia compartida "con otros diez o veinte cabrones". Los detenidos de hoy relatan cómo la cárcel ya no es el imperio dónde reina el más fuerte, sino el que tiene más dinero.

El Cristo del Puente, escultura sobre vía peatonal en Iztapalapa.

Hace ocho años que Oswaldo representa a Jesús y hace doce que Luis Miguel es el director del Grupo de Teatro que lo hace posible. Él les enseña un poco de historia del arte, algo de actuación, análisis de texto y los introduce en un proceso de búsqueda del perfil del personaje que les toca. Este año, son todos principiantes salvo por los actores más experimentados en los roles principales: además de Jesús está Poncio Pilato en su papel de juez romano y Caifás como el fiscal acusador. Herodes es el rey que se burla públicamente, el que pide un milagrito personal y lo reta a transformar para él, el agua en vino. No hay defensa para Jesús en el juicio bíblico.

"Resulta complicado para mí porque tengo que trabajar con alguien que tiene un nivel de licenciado y con otro que no acabó la primaria. Lo que nos mueve es que ésta es una actividad que ayuda a superar la diversidad y a sobreponerse a ella, a encontrar lo positivo en la mancha negra que toca vivir y en el proceso de elecciones de vida", explica el director, que lleva catorce años recluido con sus actores. Han montado obras del veracruzano Emilio Carballido, del guatemalteco Carlos Solórzano, y del granadino Federico García Lorca, desaparecido el año en que comenzó la Guerra Civil Española. Ochenta y un años más tarde, en febrero de este año, hallaron la fosa dónde se presume que está su cuerpo, que aún no aparece. Pero esta parte de la historia no es hoy la central, sino el relato bíblico que parece tener un vínculo particular con esta delegación.

Publicidad

Custodio entre el público durante la representación del Viacrucis en el Reclusorio Varonil Oriente.

En Iztapalapa no solo los presos de Oriente representan la Pasión de Cristo, también lo hacen en la Penitenciaría de Santa Marta Acatitla, pero sobre todo, en la fiesta popular que tiene su cenit en el Vía Crucis hacia el Cerro de la Estrella. Durante toda esta semana, vecinos de los ochos barrios de la delegación reunidos en la asociación civil dedicada a esto –su nombre la delata, se llama "Comité Organizador de la Semana Santa en Ixtapalapa" A.C.– representaron cada uno de los momentos del relato bíblico. Desde la década de 1970, la obra dejó de hacerse en el predio de la Iglesia frente a la plaza y pasó a ocupar el lugar central a cielo abierto. Sí, es una fiesta religiosa, pero es también una celebración de cierta idiosincrasia de un pueblo prehispánico, que eligió repetir como una manda la muerte de aquel, y así agradecerle que evitara la muerte de miles en una epidemia de cólera morbus en 1840. De repeticiones como mandas también saben también los presos.

"Vine para estar pensando en alguna cosa", explica uno de los que están entre el público. Además de los periodistas, los guardias y los funcionarios del sistema penitenciario dedicados a custodiar a los primeros, hay unos cien presos de los que "se portan bien". Anótese esa perlita de lógica paternal para cualquier análisis de cómo funciona esta relación de poder entre encerrado y carcelero. Pero a nadie va a sorprender que el dueño de la llave es el que manda, porque ese mecanismo ya ha creado un sistema que le permite sobrevivir a pesar de todo recorte presupuestal: el cobro de lista y el pago por el tránsito entre los anexos. Los que querían entrar a la obra y no están comisionados –en actividades que les dan puntos por buena conducta– debían soltar diez pesos para verla. Así lo explica él, que los pagó para estar pensando en alguna cosa. Lleva nueve meses aquí. El resto de los detalles que puedan identificarlo se omiten en este texto como medida de protección, ya que las autoridades del sistema prohibieron que los presos conversasen con los reporteros presentes de otra cosa que no fuese la obra.

Publicidad

Personas privadas de su libertad en el Reclusorio Varonil Oriente ven la representación de la Pasión de Cristo.

"Te cobran para todo, diez pesos el llavero para salir de la celda y veinte para las visitas. Se le paga al custodio. Y si no pagas, te golpean. La llave de la celda –el pago de todo el día- es de treinta pesos. Eso por cada uno de nosotros, por día. Ahora échalo a la semana y cuenta cuántos somos. Es un varote." También tienen que pagar por no hacer la fajina, que es el quehacer de la prisión, como se vio haciendo a los presos del Penal de Topo Chico meses atrás en un video, pero sin estar vestidos en ropa interior de mujer como estaban esos, humillados por sus compañeros, filmados y difundidos por internet. "Se les paga por el permiso para tener un celular y por eso tienes que hacer algún bisne –negocio en chilango– para generar dinero con el celular porque si tienes que pagar renta, de algún lado sacas para la renta."

¿Hay extorsiones telefónicas?

"No, aquí es bien complicado porque te están checando. Es mejor rentar el teléfono por minuto o por mensaje de guasáp", responde.

Actores de la representación número 25 de la Pasión de Cristo, dentro del Reclusorio Varonil Oriente en Iztapalapa.

Habla otro: "No, no te hablo del video de Tamaulipas que aparecían limpiando el piso, digo el video del Reclusorio Norte donde se ve a un cabrón extorsionando. Aquí la extorsión está controlada. Si te agarran, te chingan y te envían a otro penal. Eso que pasó en el Norte no se da. No podemos tener Facebook ni tener teléfonos con cámara. La renta de los custodios para tener celular oscila entre mil y mil quinientos pesos por el permiso para que no te chinguen. Multiplícalo por mil celulares: la cárcel es un gran negocio, todo se comercia."

Publicidad

Él lleva ocho años en el Reclusorio Oriente. Otro de ellos, lleva veinte. Los presos veteranos manejan tarifas distintas al joven de los nueve meses, pero la lógica es la misma. ¿Cómo se consigue el dinero?

"Si tienes familia, pides que te depositen, que te traigan dinero en las visitas".

Actores de la representación número representación número 25 de la Pasión de Cristo, dentro del Reclusorio Varonil Oriente en Iztapalapa.

Mencionadas las visitas, un paréntesis. La puerta del reclusorio es como uno de esos corrales en dónde se pone al ganado para llevarlo al matadero, salvo que en la punta hay torniquetes. Amable, un cartel advierte: "Toda visita que gire mal el torniquete, se atore con su bolsa, se le pase el tiempo (7 segundos) perderá el acceso al centro hasta su próxima visita. El sistema cierra a las 15 horas". Más adentro otro cartel indica que según el reglamento de las cárceles del ex - DF, el máximo que se puede ingresar en metálico son diez salarios mínimos, es decir, alrededor de 800 pesos mexicanos.

Uno de los presos representa el suicidio de Judas Iscariote, dentro del Reclusorio Varonil Oriente.

¿Y si nadie te visita?

"Trabajas para otro, vendes dulces o cigarros o fruta. Si trabajas como comisionado para el sistema, te pagan 450 pesos a la quincena. Por salir de la celda pagas cinco pesos, pero en la tarde tienes que estar de regreso a las seis y pagar a los otros dos turnos de la guardia cinco pesos cada vez. Si tienes trabajo y tienes que venir a tu lista, pierdes todo. Puedes pagar veinte pesos de una vez, y regresas a las ocho de la noche. El sol no se puede tapar con un dedo, es lo que es. Es algo de toda la vida, es un soborno, ellos cobran y nos dejan ser, sino no podríamos salir. Es un común acuerdo que cada interno acepta como mal necesario. Lo que manda en la cárcel es el poder del dinero. Ya no es como antes que mandaba la ley del más fuerte. Ahora, el que tenga dinero te puede hacer trasladar si le molestas. Las listas, la droga, todo se negocia. Es un gran negocio la cárcel".

Publicidad

Preso del Reclusorio Varonil Oriente, representa a Cristo durante el viacrucis festejado en la cárcel desde hace 25 años.

El más joven calculó que en Oriente hay unos treinta celulares repartidos entre los casi diez mil presos –9989 según dato oficial– que allí están alojados. El más viejo calcula que son entre 4 y 5 mil celulares. Hagan las cuentas.

Hazael Ruíz Ortega, que ocupa el cargo de Subsecretario del Sistema Penitencia del Distrito Federal, dice que "estamos luchando contra eso, pero es complicado. Estoy seguro que a través de tecnología, con presupuesto y tecnología, podríamos ir abatiendo ese y otros puntos que son señalados tradicionalmente como el pase de lista. Estamos combatiéndolos y trabajando de la mano con la Contraloría precisamente para reducir este tipo de situaciones y sancionar a los funcionarios y servidores públicos que los detecta la comisión en algo irregular."

Avanzado como está el cobro, ¿no se tendría que sancionar a toda la guardia?

Responde Ruíz: "No todos participan, sólo hay que sancionar a los que participan."

Pero, algo de esas dimensiones, ¿puede hacerse sin la anuencia de los grados superiores?

"Precisamente estamos atacándolo", agrega el funcionario.

Una de las personas privadas de su libertad recorre el patio del Reclusorio Varonil Oriente.

El subdirector puntualizó que el principal problema del sistema penitenciario de la capital mexicana es la sobrepoblación. Pero que en los últimos cuatro años ha venido disminuyendo, ya hay doce mil internos menos que hace cuatro años.

¿Cuál es la proporción de población en este reclusorio, el Oriente? "Tiene una capacidad instalada de 5,500 internos y hay alojados unos diez mil."

Publicidad

Preso representa al Diablo, durante la celebración del viacrucis dentro del Reclusorio Varonil Oriente.

¿Se compensa financieramente esa diferencia? "El presupuesto en materia penitenciaria nunca es suficiente, sin embargo se hacen esfuerzos importantes para cumplir con las necesidades elementales. Por supuesto que hay muchísimas actividades que si se tuviera un presupuesto más amplio, tendríamos más y mejores oportunidades de que esto estuviera mejor."

Uno de los presos más viejos reconoce una mejoría en las condiciones de reclusión en la última década, dice, porque de ser cuarenta o cincuenta cabrones pasaron a dormir diez en una estancia de cuatro metros por cuatro. Hay seis camarotes, por lo que la mayoría sigue haciéndolo en el suelo. La letrina está en la misma habitación. Sin embargo, no ha habido motines desde finales de los ochenta. Los presos entienden que además de las mejoras, eso se debe a que la mariguana no falta, que es la que calma el Reclusorio.

Funcionario del Sistema penitenciario del Distrito Federal aleja a los presos de los periodistas durante la representación del Viacrucis dentro del Reclusorio Varonil Oriente.

¿Qué es lo más difícil de estar preso?

"La llegada, lo desconocido es lo que te da miedo. Todo el mundo grita, no sabes ni quién ni qué pasa. Lo peor es recibir órdenes, porque uno no está acostumbrado a eso".

Responde el segundo: "Lo sucio que está el lugar a pesar de que ya no nos den huevos verdes para comer como antes."

Para el tercero lo más difícil es la gente. "Es bien difícil convivir con veinte culeros en tu estancia. Te tienes que adaptar, aprendes a entender y a fuerza, a tolerar. Y de esos veinte, hay dos con los que te quieres matar. Todos tenemos una manera distinta de pensar. Adaptarte al encierro es lo más difícil; Y digo adaptarte, porque nunca te acostumbras a estar así."

Publicidad

Uno de los presos representa a Cristo durante el viacrucis dentro del Reclusorio Varonil Oriente.

Actriz dentro del Reclusorio Varonil Oriente representa a María durante el Viacrucis dentro del Reclusorio Varonil Oriente.

Presos colocan la cruz durante la representación del Viacrucis dentro del Reclusorio Varonil Oriente.

Uno de los presos ve a sus compañeros durante la representación de la Pasión de Cristo en Reclusorio Varonil Oriente.

Custodio vigila las puertas durante la representación del la Pasión de Cristo dentro del Reclusorio Varonil Oriente.