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Tecnologia

Los robots sexuales están revolucionando los escaparates de la China más avanzada

Mientras las muñecas hinchables continúan siendo un tabú, la tecnología ya las está convirtiendo en robots a prueba de pinchazos y cada vez más asombrosamente parecidos al ser humano.
Xiao y una de sus muñecas. Imagen por Motherboard

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Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard.

Cuando llego a la tienda 5S de Changsha, la capital de la provincia de Hunan, en China, el dueño de la tienda, el señor Xiao se esfuerza por evitar que una muñeca humanoide prácticamente desnuda se caiga de la silla en la que está encaramada. Después de algunos forcejeos el señor Xiao consigue dejar a la muñeca en una posición aparentemente equilibrada.

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Acto seguido cubre sus pechos, una delantera más bien enorme de bamboleante silicona con una elegante camiseta rosa, y cuenta que "ella" se llama; o más bien, que el modelo se llama Magic Beauty.

Magic Beauty tiene un esqueleto de acero, pero no tiene partes mecánicas, por mucho que tal no sea la norma de la mayoría de artículos a la venta en los establecimientos 5S. Allí, una humanoide que lleva una peluca castaña y un vestido rojo chino tradicional, te saluda al entrar con una reverencia y con un balbuceo de bienvenida. Lo hace cada vez que alguien rebasa los sensores que tiene a sus pies.

Los pequeños y cantarines robots Alpha se sacuden por todos los rincones de la tienda. Claro que el suelo del establecimiento está dominado por una flota de deslumbrantes robots camareros, la mayoría de los cuales sujetan bandejas, mientras soportan los incesantes embates de los niños, que rebosan curiosidad.

Ahora que Magic Beauty está vestida, aunque con apenas un trapito, los curiosos que pululan por la tienda no parecen darse cuenta de cuál es el auténtico propósito del robot. Muchos se hacen fotografías familiares con la muñeca esculpida a escala humana.

Parece que la mayoría de los visitantes hayan acudido a la tienda para entretener a sus hijos y para hacerse fotos junto a los distintos robots que Xiao tiene en exposición, ya sea un camarero o una muñeca diseñada para ejercer de acompañante sexual.

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Pese a todo, Xiao se esfuerza en relatar para Motherboard que su Magic Beauty, que se vende a 3.800 euros, está diseñada para dar y recibir cariño.

Imagen por Motherboard.

"Es para gente que no tiene esposa", comenta Xiao, quien acepta ser entrevistado a condición de que usemos un pseudónimo. "La puedes besar y puedes tener relaciones sexuales con ella. La puedes abrir de piernas y sentir su tersa piel".

La mayoría de la gente de China y del extranjero todavía percibe a las muñecas sexuales como a un objeto asombroso, un objeto que es, prácticamente, un tabú. La pregunta es si poseer algo como una Magic Beauty se convertirá algún día en una costumbre aceptada tanto en China como en el resto del mundo.

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Cuando en 2014 el presidente Xi Jinping hizo un alegato a favor de la industria robótica china, un llamamiento a "la revolución de los robots", es posible que no estuviera pensando, precisamente en las Magic Beauty. Claro que la existencia misma de esta tienda 5S, que abrió sus puertas en junio, es el resultado del boom de la robótica en el interior del descomunal país asiático.

Xiao es un tipo de naturaleza emprendedora y dispone de inversiones en distintas fábricas de robots, las mismas que le suministran su abigarrado arsenal, tanto en esta tienda como en las otras cuatro que tiene repartidas por China.

"La puedes besar y puedes tener relaciones sexuales con ella. La puedes abrir de piernas y sentir su tierna piel".

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China desbancó en 2013 a Japón como máximo consumidor mundial de robots. Aquel año, uno de cada cinco robots vendidos por todo el planeta, eran chinos.

Al año siguiente, Xi haría su llamamiento a la revolución robótica: "Nuestro país se convertirá en el mayor mercado de robots. La pregunta es: ¿disponemos de una capacidad tecnológica y de manufacturación capaz de plantarle cara a la competencia? No solo necesitamos actualizar nuestros robots, sino que necesitamos hacernos con varios mercados simultáneamente".

Las palabras han ido acompañadas de generosas subvenciones para las empresas que utilizan y venden robots, lo que ha estimulado tanto la producción del mercado doméstico como sus exportaciones. El esfuerzo principal se ha concentrado en la producción de robots diseñados para reemplazar, al menos parcialmente, la mano de obra de las grandes factorías.

Uno de los estrafalarios efectos secundarios de este fenómeno ha sido, sin embargo, la acumulación de establecimientos como el de Xao, todo ellos impulsados por los bajos costes de producción y por el cada vez mayor poder adquisitivo del público chino.

Imagen por Motherboard

Claro que los robots que más inversiones generan son los camareros, unos pedazos de chatarra de 120 centímetros que sostienen una bandeja y tienen aspecto de gominolas gigantescas. Xiao los vende a 2.700 euros la unidad.

El más caro de la gama de robots camareros, que también es el más alto, dispone de brazos más flexibles, de piernas y hasta de un rostro provisto de una pantalla interactiva. El sofisticado ejemplar cuesta 9.740 euros.

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Xiao asegura que en lo que va de año habrá vendido alrededor de 1.000 robots camareros, en su mayoría a restaurantes que buscan recortar los costes de sus plantillas humanas. También existe un componente lúdico comercial que explica la medida: que a los clientes cada vez les hace más gracia tener a un humanoide de plástico sirviéndoles rollitos de primavera.

La pregunta es si todas estas plataformas son poco más que un reclamo comercial o si funcionan realmente para abaratar costes. Cuando Motherboard visitó en 2014 un restaurante de Kunshan cerca de Shanghái, cuyos camareros eran casi todos robots, su propietario explicó que la experiencia le había permitido abaratar los costes considerablemente. Según él, la presencia de camareros robot le había permitido reducir una plantilla de 20 camareros a solo 6.

"Un robot puede trabajar entre siete y ocho años y siempre durante más de 10 horas al día", contaba entonces Sang. "Los camareros y las camareras trabajan jornadas de ocho horas diarias, nueve a lo sumo. Hay que buscarles alojamiento y pagarles las dietas. En cambio, nuestros robots consumen poco más que 50 centavos de electricidad al día, como mucho".

Imagen por Motherboard

El profesor Hongen Liao, que trabaja para el departamento de ingeniería biomecánica de la universidad de Tsinghua, en Pekín, sugiere que personajes como Xiao están siendo muy astutos al concentrarse en la venta de robots humanoides que no solo se limitan a entretener.

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"Una vez se desarrolle la tecnología y aumente la demanda, se inaugurarán más tiendas como esta", explica Hongen. "Una vez los consumidores se concentren en la funcionalidad y en las aplicaciones de cada robot, cada vez habrá menos artilugios de entretenimiento. Los robots camareros disminuyen el precio que cuesta contratar a camareros humanos. Actualmente estamos asistiendo a una reducción de la jornada laboral a un coste cada vez más elevado".

Pero no nos olvidemos de las muñecas sexuales — Xiao sigue pareciendo cautivado ante la velocidad a la que evolucionan. Nos muestra mensajes e imágenes de teléfonos inteligentes ligeramente perturbadoras. Pertenecen a robots humanoides de clientes repartidos por distintos lugares del sudeste asiático.

Algunos de estos le han contactado para informarle de su interés por comprar modelos sofisticados como Magic Beauty, de quien Xiao cuenta que actualmente está siendo exportada, sobretodo, a Europa. Él empresario chino aspira a que esta clase de productos se conviertan en los más lucrativos de su catálogo.

La unidades de "compañía" femenina como esta se están volviendo cada vez más complejas, como subrayaba recientemente Ricky Ma Wai-kay, un industrial de Hong Kong que copó las portas de la prensa nacional después de crear un robot asombrosamente parecido a Scarlett Johansson. La replicante te contestaba cada vez que la llamabas "guapa".

Claro que el modelo de Ma no era un juguete sexual. Tal y como él mismo declararía a las páginas del rotativo South China Morning Post: "hay mucha gente que se siente sola y mucha gente que tiene dificultades para comunicarse. No digo que defienda que deberían de enamorarse de robots, pero tener un compañero robot podría ayudarles psicológicamente".

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Ma añade que está trabajando en un controlador manual que permita a los hombres diseñar su propios robots femeninos.

"De la misma manera que el porno ha impulsado el desarrollo de internet, es probable los robots sexuales impulsen el desarrollo de los robots domésticos".

Xiao es bastante abierto respecto a la promoción de sus muñecos sexuales y va directo al grano cuando se refiere a la interacción de sus clientes con su muñecos — habla de cómo mantienen relaciones sexuales y de cómo es preferible limpiar luego las secreciones. Queremos saber hasta qué punto se trata de un producto higiénico. Acto seguido se incorpora, abre una cajón y muestra un puñado de objetos que cada comprador adquiere con Magic Beauty.

"Una crema de limpieza corporal, condones, aceite, y una herramienta de estimulación", explica. Sostiene esta última en sus manos. Se trata de un tampón plástico con una entrada de USB a través de un cable que sale de su parte inferior. Su forma es suficientemente explícita como para que haya que explicar nada. Queda claro cuál de sus lados es el que necesita ser introducido en la muñeca. Xiao explica que este es tan solo el primer modelo de Magic Beauty.

"Más adelante ya hablará, te abrazará y hasta interactuará durante el coito", explica. "Hay viejos solteros que tienen relaciones sexuales con jovencitas; este robot les ayudará a dejar de hacer las cosas equivocadas y colmará sus necesidades. Será una herramienta muy higiénica para la humanidad.

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Entonces, la pregunta vuelve a ser la misma: ¿llegará el día en que tanto la sociedad china como la extranjera tenga muñecas sexuales y eso no sea considrado un tabú? El doctor David Kreps, un experimentado profesor de la escuela de negocios de Salford, que viene de presidir una conferencia titulada Tecnología e Intimidad, Elección o Coercón, está convencido de que es una cuestión de tiempo.

"De la misma manera que el porno ha impulsado el desarrollo de internet, es probable los robots sexuales impulsen el desarrollo de los robots domésticos", cuenta Kreps. "Lo más probable es que la demanda de todas estas tecnologías se dispare"

"Existen, esencialmente, muñecos sexuales de última generación", añade. "Su sofisticación nunca alcanzará el toque de una amante. Claro que dicho esto, su uso y su aceptación social ayudará seguramente a generar una revolución sexual como la que empieza a haber ahora y que es comparable a la de los años 60. La idea es liberar a la gente para disfrutar de su anatomía de maneras que hasta ahora les hacían fruncir el ceño".

Xia y Magic Beauty. Imagen por Motherboard.

Si la evolución de los muñecos sexuales más avanzados sigue el curso que vaticinan tanto Kreps como muchos otros miembros de la industria, ¿quién sabe?, lo mismo en menos tiempo del que nos imaginamos nos encontraremos con una Magic Beauty sentada en una silla junto a la puerta de cada tienda 5S de toda China.

"Aquí, desde hace tiempo, la gente se permite comer bien y comprarse ropa de calidad, sin embargo, no hay un mercado del ocio tan amplio", cuenta Xao. "Yo me dedico a las nuevas tecnologías porque estoy convencido de que tal es el rumbo hacia el que avanza el futuro".

Y dicho esto, coloca de nuevo el USB de la herramienta de estimulación en el cajón del que lo ha sacado y lo cierra con determinación.

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