Artículo publicado por VICE México.Nos pasamos la vida imaginando qué tendría que suceder para que todo tuviera más sentido y pudiéramos disfrutar más de nuestra existencia. A veces le dedicamos tanta energía a estos posibles escenarios que dejamos que todo ocurra a nuestro alrededor, sin poner atención a los pequeños episodios que, en sumatoria, podrían darnos esa plenitud que tanto anhelamos. Pareciera que conforme pasa el tiempo, terminamos de programarnos para dejar de reconocer cualquier privilegio o rasgo positivo para concentrarnos en la más mínima negatividad.
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Cuando éramos niños también nos quejábamos de cosas, sólo que nuestro umbral ante los problemas era muy bajo, nuestras preocupaciones no rebasaban la cartulina del día siguiente, el uniforme de deportes, las tareas a mano, la punta chata del trompo, los tramposos al jugar y las rodillas raspadas.¿Qué queríamos cuando éramos niños? Para recordarlo y comprobar si sus peticiones siguen siendo semejantes a las nuestras, le pedimos a siete infantes que nos dibujaran su día ideal. Mira sus creaciones abajo.
En el día perfecto de Emilia hay agua, pájaros, sol, un jardín, varios cactus y muchos árboles. Le encantaría tener una sala que estuviera cerca de un riachuelo, con un huerto y una biblioteca.
Emilia, 8 años
Elena, 7 años
Fabián, 8 años
Jorge, 9 años
Valentina, 12 años
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Rafael, 5 años
Roberto, 9 años
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