En defensa del coche oficial de Guillermo Zapata

A modo de exquisito ejercicio literario el periódico La Razón ha regalado esta mañana a España la noticia de que Guillermo Zapata, el concejal de Carmena de los tuits incendiarios, está utilizando cada mañana un coche oficial para ir a trabajar. Los vecinos se han mostrado ligeramente afectados y no entienden cómo esta nueva política de izquierdas —que con tanto orgullo espetó eso de "no tenemos coche oficial y vamos y venimos en los medios de transporte, que es muy agradable"— haya podido engañar a los madrileños de esta forma.

Es en este momento cuando siento pena. Siento pena por todos esos Toyotas despreciados por Ahora Madrid y todos esos ciudadanos que pidieron "un cambio". ¿Tan malvados son estos vehículos de rostros dinámicos e inofensivos? ¿Cómo hemos llegado a odiar tanto esa idea de "el coche oficial"? ¿Qué culpa tienen ellos?

Saben perfectamente que uso el coche mientras me recupero del accidente de rodilla. Les da igual. Acoso puro. — Guillermo Zapata (@gzapatamadrid)28 de marzo de 2016

Después de tanto increparlos y utilizarlos como metáfora de una vieja política podrida, los nuevos políticos no titubean a la hora de pedirles ayuda cuando se les necesita. Zapata no se ha demorado en dar explicaciones y atribuye el uso del vehículo a un accidente de rodilla del cual se está recuperando.

¿Y si el Toyota tuviera derecho a decidir y ahora se negara a ayudar a esos que le dieron la espalda y lo utilizaron como truco de marketing político barato? Claro, los coches son seres inanimados que no tienen sentimientos, podemos humillarlos y tratarlos como basura. No me negaréis que uno puede llegar a sentir una enorme pena cuando mira esos faros delanteros cabizbajos de un Toyota Prius repudiado, un ser totalmente ajeno al dolor que, pese a su hermetismo tecnológico, puede llegar a mostrarnos un sutil gesto de tristeza y decepción. Le hemos fallado. Miradlo, mirad sus "ojos". Su inocencia e incomprensión genera DOLOR:

Pero un momento, puede que Ahora Madrid no la haya liado tanto. Vamos a ver, ¿cómo está el tema este de los coches oficiales? Busquemos un poco en Google, venga.

Sigo buscando en Google, disculpadme.

Bien, lo tengo. Parece ser que durante el mandato del PP se contaba con 254 coches oficiales del modelo Toyota Prius; 119 asignados a Medio Ambiente y 135 a servicios de representación y apoyo de gestión y servicios en el ámbito municipal. El equipo de Carmena decidió cargarse 50 de los del segundo bloque, limitando a 10 los utilizados como medio de locomoción para portavoces y concejales —que por cierto actualmente son todos de la oposición. Los 75 restantes —entre los que se encuentra nuestro amigo Toyota que nos da pena, el de Zapata— se están utilizando puntualmente para prestar servicios de incidencias y trasladar documentos del Ayuntamiento. ¿Incidencias? Vaya.

Toyota tío, siempre te haces la víctima. Eres un exagerado, a la mínima pones esa cara de pena que nos destroza el corazón. Con esos ojitos luminosos. Eres un maldito manipulador. Un farsante. Tío, solamente estás haciendo tu trabajo, suerte tuviste de que no te echaran como a esos otros 50 Toyotas.