FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Cinco momentos históricos de Colombia a punto de ser arruinados

Acá osos internacionales recientes, incluido el avión que asustó a "Timochenko".

Pegados al televisor, ya fuera por la señal abierta o viendo en streaming en la página de de la Presidencia de la Repúbica, todos los colombianos pudimos ver la transmisión de la firma definitiva de la paz acordada entre el Gobierno de Colombia y las Farc. Las reacciones abundaron y eran contradictorias, cosa que, por demás, resulta totalmente natural y entendible. Si bien para unos, por ejemplo, la pedida ––o el ofrecimiento, la misma cosa–– de perdón de Timochenko fue histórica (nunca tan enfático, nunca tan de frente, dijeron) para otros fue insuficiente: muy poco en una guerra tan larga, dijeron.

Publicidad

Sea como sea, el momento cumbre, al menos el que copó las redes sociales, fue en el que, de repente, antes de citar a Mauricio Babilonia (un personaje de la novela Cien Años de Soledad) el máximo comandante de las Farc miró al cielo asustado por el ruido intempestivo de dos aviones que lo sobrevolaron. ¡Quién dijo miedo! ¿No sintieron alguito? ¿Un pequeño estremecimiento? Luego se le vio una especie de alivio en el rostro: "bueno ––atinó a decir–– esta vez venían era a saludar la paz y no a descargar bombas". Estamos los colombianos igual de acostumbrados a ser el momentáneo centro de atención del mundo como a embarrarla ahí mismo. Este fue un momento de esos. Acá, otros cuatro de la historia reciente.

La Copa Libertadores del Once Caldas

El año era 2004 y el Once Caldas, con una estrategia defensiva, y poniendo de protagonista al histórico portero Juan Carlos Henao, le ganaba por penaltis, en Manizales, al Boca Juniors de Argentina. Bacano, ganamos. ¿Se acuerdan también que el trofeo quedó dañado luego de la celebración? De acuerdo con un artículo publicado por el diario El Tiempo, la copa llegó a Chile sin el aro central ni las orejas de las que se carga. Tampoco estaba el muñeco de plata en forma de jugador que le da el acabado en la parte alta.

Cinco años después del 1 de julio de 2004, el delantero Herly Alcázar confesó que él era quien había dañado el trofeo. "Pensé que era compacta, pero el muñeco de encima estaba sostenido apenas por un cablecito y las orejas estaban como pegadas con pegante (goma). De repente, el muñeco se salió por un lado, la tapa de arriba del balón se abrió y una oreja se cayó", le dijo a la revista Soho. Pa la estantería.

Publicidad

Morteros en la posesión (la primera) de Álvaro Uribe

El 7 de agosto de 2002, cuando el hoy senador del Centro Democrático se posesionaba como presidente por primera vez entrando al Congreso de la República, explotaron unos morteros en el Palacio de Nariño, en la Calle del Cartucho, y cerca de la Escuela Militar.

Los morteros fueron lanzados desde los barrios Santa Isabel y Pontevedra. De acuerdo con el Juez Sexto de Bogotá, "se suscitaron al detonarse el complejo sistema elaborado minuciosamente por manos criminales que no tenían otro propósito que el de causar la muerte no solo del Presidente de la República sino de grandes personalidades nacionales e internacionales que estaban presentes en dicha ceremonia, sin detenerse a prever que con ello también causarían daños físicos y materiales a la ciudadanía y en los inmuebles aledaños a sus objetivos".

Al caer, los rockets mataron a 27 personas e hirieron a 13. Los hechos fueron atribuidos a la guerrilla de las Farc. Este es, de los cinco escogidos, el único momento trágico que reseñaremos.

Los 'word' Games en Cali

"Están armando una tormenta en un vaso de agua", dijo el entonces alcalde de la ciudad de Cali, Rodrigo Guerrero, cuando vio la avalancha de críticas que hubo en 2013 porque en las medallas de los Juegos Mundiales que se celebraron ese año en su ciudad estaban talladas las palabras "Word Games", y no "World Games", como se esperaría.

Publicidad

A defenderse salieron todos: "No le demos más candela a esto, fue un error, hay que asumirlo y vamos a corregir. Lo importante es que los deportistas se han ganado esas medallas y tienen todo el valor de unas justas mundiales", dijo en su momento el director de los Juegos, el señor Rodrigo Otoya. La organización afirmó que se trató de un error del proveedor y que se cambiaría.

Paracaidísta a destiempo

La imagen es de Youtube.

El 29 de julio de 2001, justo antes de que se disputara la final de la Copa América entre las selecciones de México y Colombia, se vio a un paracaidista cayendo cuando el partido ya llevaba cinco minutos. Lo que se pensó como un acto protocolario; es decir, los primeros paracaidistas cayendo suavemente sobre el campo, se convirtió en el susto de otros cuatro que llegaron después, porque el partido comenzó cinco minutos antes.

José Hernández, uno de ellos, lo contó en Soho de esta manera: "No quiero entrar al centro, pues si le pego a alguien con esa velocidad lo mato. Hago un último viraje a la izquierda para aterrizar en la pista de atletismo. Con la altura de Bogota, mi paracaídas no aguanta el ángulo de banqueo y entro en pérdida de sustento hasta el impacto. Mis compañeros se la han jugado. Caen al tiempo, pero en el campo, esquivando a los jugadores".

Por poquito. Aunque él se rompió el hombro y las costillas de varios fotógrafos.