Ilustración sobre persona con psicosis
Imágenes: Getty. Collage de Amarens Eggeraat. 
Salud

Cómo es tener un brote psicótico en redes sociales

Todos hemos publicado algo de lo que nos hemos arrepentido, pero hay mucho más en juego cuando tienes un brote psicótico.

Artículo publicado originalmente por VICE en neerlandés.

Cuando un amigo tuvo un brote psicótico, me enteré a través de las redes sociales. Borró todas las publicaciones y subió unas historias oscuras e inquietantes en las que hablaba de cómo estaba a punto de cambiar el mundo. Comenzó a seguir miles de cuentas, tanto de famosos como de gente normal, y empezó a recibir comentarios ofensivos en las publicaciones. Al principio, le pedí a otro amigo que viera las historias por mí, porque tenía miedo de ver que no era él mismo.

Publicidad

Los amigos y familiares de la gente que experimenta un brote psicótico se sienten a menudo como testigos impotentes. Pero cuando a un amigo le ocurre esto clara y públicamente en las redes sociales, donde todo lo que dices y haces queda registrado para la eternidad, parece que se aleja de ti aún más rápido. Durante un brote psicótico, la gente pierde el sentido de la realidad y se vuelve paranoica y desconfiada. Las acciones de mi amigo reflejaban eso. Los famosos que han tenido episodios públicos, como Kanye West o Amanda Bynes, son un ejemplo de lo fácil que es ser víctima de la implacable naturaleza de internet, con publicaciones que te siguen durante años.

Un día, el mismo amigo publicó una imagen en un hospital con un mensaje extraño. Más tarde averigüé que había sido hospitalizado, pero le permitían utilizar las redes sociales en el centro. La psicóloga Marieke Pijnenborg, que se especializa en trastornos psicóticos, dice que la ley en los Países Bajos (donde vivimos mi amigo y yo) no restringe el uso de redes sociales a los pacientes de centros psiquiátricos. Esa ley no se ha actualizado desde 1994, mucho antes de que existieran las rede sociales.

Pijnenborg dijo que la situación es delicada. Mientras que los pacientes pueden encontrar alivio al comunicarse con sus seres queridos, tras recuperarse, muchos se avergüenzan de su comportamiento en internet. “No solo tienen que lidiar con procesar un episodio psicótico, sino además con deshacer el daño que han causado en internet”, dijo. Los profesionales médicos no pueden controlar la actividad de sus pacientes en las redes sociales, porque sería una invasión tremenda de la privacidad. Por suerte, mi amigo ha vuelto a casa y está estable.

Publicidad

Deseosa de saber cómo otros lidian con las secuelas de una psicosis en internet, he pedido a algunas personas que compartan sus historias.

Sarah*, 24 años

Hace dos años, tuve un episodio psicótico tras una semana de drogas y poco descanso. Me hospitalizaron durante tres meses y tardé un año hasta que volví a sentirme yo misma. Al principio del periodo maníaco, comencé a compartir canciones en Instagram y Facebook. Si había una sola palabra en la letra con la que me sintiera identificada, pensaba que era sobre mí. Compartía vídeos míos cantando y una foto en la que abrazaba a un árbol en un parque.

También creé un grupo de WhatsApp con todos mis amigos. Un día, me llevaron de la clínica psiquiátrica a un hospital porque había tenido una reacción a los medicamentos. Así que les envié una foto de la ambulancia y dije: “Miren mi carruaje”. Mis amigos no se sentían cómodos con esas publicaciones. Cuando compartí una selfie en la que salía feliz, tumbada, con un goteo intravenoso, me dijeron que no les gustó. Pero yo tenía tantas ganas de compartirlo todo con ellos que no comprendía sus comentarios. Cuando ahora veo los mensajes, lo entiendo.

Annette*, 28 años

He tenido dos episodios psicóticos y en ambos casos pasé mucho tiempo en las redes sociales. No solo compartí mensajes confusos, también creé una empresa con un sitio web, un blog y todo. Era muy diferente de cómo solía comportarme en línea. Por suerte, no publiqué ningún contenido comprometedor, pero claramente no estaba bien.

Publicidad

Cuando vuelvo a pensar en el episodio, me avergüenzo especialmente de las publicaciones en las que involucraba a otras personas. Hubo un momento en el que envié correos electrónicos totalmente incomprensibles a algunos de mis profesores. También mandé mi solicitud a algunos puestos laborales porque estaba buscando trabajo. Eso puede realmente acabar dañando tu reputación.

Creo, sin ninguna duda, que internet puede acelerar una psicosis. A veces, los comportamientos maníacos en las redes sociales pueden recibir la aprobación de la gente. Cuando se acabó el episodio, me costó mucho deshacer todo lo que había hecho en internet. Incluso había comprado un par de dominios y registrado la compañía en la Cámara de Comercio.

Tom*, 30 años

Tuve un episodio psicótico a los 26 años, cuando mi padre falleció. Compré una cámara muy cara y comencé a grabar todo lo que hacía. Me grababa en una escúter, a la gente de la ciudad, en el gimnasio, etc. Lo subía todo a YouTube. La verdad es que creía que tenía que hacerlo, como si fuese mi trabajo. Pensaba que estaba ayudando al mundo con mis vídeos y que hacía algo muy importante.

Algunos compañeros del centro acabaron siendo buenos amigos míos. Ocasionalmente tienen ataques psicóticos y comparten teorías de la conspiración en internet. Es muy triste verlo. Sé que en realidad no creen en esas cosas, pero la gente los juzga de igual manera.

*Los nombres fueron cambiados para proteger la privacidad.