Chile, un país extenso pero estrecho de unos 18 millones de habitantes, vive encajonado entre las cumbres de los Andes y las olas del Pacífico: junto con Ecuador y Venezuela, era una de las únicas tres naciones que nunca habían ganado una Copa América. Se trata de la competición más antigua del mundo a nivel de selecciones, aunque a veces tiene singularidades muy peculiares.
Un grande, pero modesto
¡Llegó la hora!
Todo Chile sintió el partido como una final adelantada. Los asistentes, además, se disponían a presenciar el choque de dos estilos muy diferentes: la voluntad ofensiva de Chile contra el férreo orden de Uruguay. Los chilenos tomaron especial precaución sobre todo en el juego aéreo, una de las claves del éxito del equipo 'charrúa', y se hicieron con el dominio del balón: sus datos de posesión se fueron hasta el 77%, los más altos del torneo. 'La Roja' dio 547 pases en total contra sólo 81 de los celestes.El gol de Mauricio Isla tras un genial pase de Jorge Valdivia (se lució en el torneo) a diez minutos del final sentenció una dura batalla en la que el árbitro Sandro Ricci tuvo una actuación deplorable. El partido terminó con dos expulsados y hasta nueve tarjetas amarillas: casi podría decirse que fue digno de otros tiempos, donde el fútbol era poco menos que una batalla abierta.Sabemos qué partido vamos a jugar, qué debemos hacer colectivamente y que el rival intentará neutralizar esa característica. Jugamos con Uruguay hace poco en Santiago y vimos que, pese a dominarlo completamente, terminamos perdiendo el partido.
La ansiada final
Para conseguir sus objetivos, Sampaoli hizo múltiples cambios y presentó un once que hasta ese momento no había alineado aún en el torneo. Por delante del portero Claudio Bravo, el técnico de 'la Roja' ubicó tres defensores: Francisco Silva —que todavía no había jugado en la Copa—, Marcelo Díaz —que siempre había jugado en el centro del campo— y Gary Medel.Defender a Messi dependía del sector por el que entraba. Lo marcamos zonalmente según si venía por derecha o izquierda. La idea era interceptarle antes de que pudiera conducir la pelota. Se nos puso de frente una vez y casi nos marca gol en el 90': Messi no te permite un solo error.
Tras la prórroga, con los pulmones ya vacíos de oxígeno y las piernas pesantes como plomos, llegaron los penaltis. Como es tan difícil relatar un momento a cara o cruz, con tanta tensión y emoción, hemos decidido dejaros las imágenes para que los recordéis vosotros mismos. Aviso: a los fans de Gonzalo Higuaín no les hará ninguna gracia rememorar el momento.Cuando Alexis Sánchez ya festejaba con el público tras una exquisita definición en el penalti definitivo, Jorge Sampaoli dijo, emocionado: "Sabiendo que un equipo chileno tuvo la valentía de jugar como jugó la final, me tengo que quitar el sombrero".Entiendo que propusimos más que Argentina y ellos apostaron por defender y contragolpear. No sufrimos su velocidad ni su habilidad. Sus transiciones siempre acabaron en nuestro pie. Fuimos mejores en el dominio posicional. Ellos sólo esperaban nuestro fallo.