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Música

Vetusta Morla, una historia de amantes y odiantes

En su séptimo viaje a México desde 2009, el grupo autoproducido más vendedor de España habla con nosotros sobre los que los aman, los que los odian y lo que esperan del futuro.

Foto vía Hoy es Arte

Un tipo no aguantó más de veinte minutos de Mapas, el segundo disco de Vetusta Morla, antes de anunciar en la web del grupo lo malísimo que le parecía. La banda madrileña había hecho un lanzamiento digital del álbum, en una sola pista. Pero el oyente, que fue uno de los que escucharon Mapas al instante de subirse a la red, no lo soportó.

“En menos de lo que dura el álbum, ya había publicado una crítica de odio absoluto al disco. Probablemente, ya la tenía preparada porque no le había dado tiempo a escucharlo entero”, cuenta riéndose Pucho, cantante del grupo atacado. Tampoco les fue mejor con un experto musical, recuerda la voz de la banda: “Hubo un crítico que dijo que todo era muy bueno, pero no sin antes añadir que ahí estaría él para cuando falláramos”.

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En su séptimo viaje a México desde 2009, el grupo autoproducido más vendedor de la península ibérica siente que en comparación con España este es un país donde sí hay fans para toda la vida. Llevan un mes tocando con Zoé, en una minigira de un mes previa a la gran gira española para presentar La deriva, su tercer álbum de estudio, que lanzan el 8 de abril. Pucho (voz), Juanma (guitarrista) y David (batería) hablan de por qué el álbum es incertidumbre y por qué en España nunca se podría hacer una banda sonora como la de Y tu mamá también.

Empecemos por lo último y lo último es su disco nuevo: ¿Qué es La deriva?

Juanma: Es nuestro tercer álbum de estudio, (en realidad, el quinto, porque también grabamos la banda sonora de un videojuego y otro disco con la orquesta sinfónica de ciudad de Murcia) en 6 años. Es un disco grabado muy rápido, nos juntamos para hacer el álbum mucho menos tiempo de lo que solemos hacer, unos 6 meses: se empezó a grabar en otoño y se terminó tres días de venir a México.

Es un disco que es muy hijo de sus circunstancias; de esa urgencia con la que ha sido grabado y compuesto, y también del contexto político, social y emocional en el que estamos. Quizá más que otras veces, en ‘La deriva’ se cuela esa urgencia. Eso hace lo musical más rudo, más áspero; la base rítmica (batería y bajo) tiene más importancia. Y en las letras hemos prescindido de florituras y metáforas, hemos ido a un lenguaje más directo.

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Foto vía Coveralia

Por primera vez, ¿huyen de las crípticas letras que les caracterizan?

David: No es huir, es que elegimos otra vía porque artísticamente interesaba y también queríamos.

Juanma: No es que huyéramos, es que hemos utilizado como herramienta para lo que queríamos contar un lenguaje más directo, más adecuado a lo que estábamos contando. Pero dentro de nuestras posibilidades.

Guille y Juanma son los dos guitarristas y los que más componen en música y letras y en el local se le da forma y se hace una creación más colectiva.

El cambio de dirección se percibe en el single, porque la canción ‘Golpe maestro’ cae como un mazo percutivo pop con mensaje político. ¿Era la intención?

Juanma: Cae como un yunque (risas).

Es que el sonido exacto es un yunque, introducido por Jorge (percusionista) entre el resto de instrumentos. Siempre exploramos nuevos instrumentos y a veces en la parte de la percusión y del ritmo no son instrumentos en sí, son coss que suenan. Aprovechamos que todos los elementos que hay alrededor suenan.

Pucho: También se puede hacer una analogía: durante toda la canción hablamos de que nos están robando, ahí es como que se están acuñando nuevas monedas para seguir acuñando más robo. De hecho, en el momento en el que el yunque entra en la canción, hay una frase que dice ‘Fundieron plomo y cobre’. En esta ocasión, la analogía musical también se traduce en el significado.

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Juanma: Da a la canción un ambiente de forja.

David: un yunque que tradicionalmente en la música lo único para lo que se ha utilizado es para cantar los martinetes en el flamenco.

Pucho: Ah, ¿sí? Yo pensaba que era con un bastón.

Tengo una amiga que dice que todo disco tiene un hilo narrativo, por mucho que se empeñe el grupo en resaltar la parte compositiva musical, relegando a un segundo plano las letras. Según esa teoría, ¿cuál es el hilo narrativo de La deriva?

Juanma: Yo estoy de acuerdo con eso. La deriva tiene un hilo narrativo muy claro, frente a nuestros anteriores discos que los hemos conceptualizado después de hacerlos. En este caso, es la primera vez que trabajamos con un concepto definido previo, que tampoco era muy definido ni excluyente, porque no nos sentimos cómodos trabajando así, pero sí se trató de trabajar sobre la idea de deriva. Deriva en un sentido muy amplio y polisémico: la sensación de falta de control, de estar a merced de la naturaleza; o como esa falta de rumbo, que puede ser ese camino intermedio que hay entre un momento de crisis en el que todo se desmonta y cuando todos los acontecimientos empiezan a encaminarse hacia un lugar que no sabes cuál va a ser hasta que no llegues. En esa incertidumbre cabe de todo: el miedo, la esperanza, las ganas de cambiar las cosas tal como eran, la nostalgia por lo que fue y no volverá a ser… Esa es la idea a la que hemos dado vuelta en las canciones de forma a veces crítica, a veces irónica, a veces nostálgica.

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Pucho: Y también lo que hemos vivido en nuestras vidas personas y en lo que recibimos diariamente en la situación en la que estamos viviendo.

¿Hay mucha España en crisis en este disco?

Pucho: Sí, claro, es el contexto en el que vivimos, de forma directa o indirecta, por amigos o familiares. Como ciudadanos.

Es su tercer disco autoproducido con su sello ‘Pequeño salto mortal’. Cuando lanzaron su primer disco, Un día en el mundo, contaban que solo les llegaron un par de malas ofertas. Tras 50.000 discos vendidos de ese primer álbum y más de 20.000 de Mapas, ¿ya les llegó alguna oferta millonaria de algún sello?

Juanma: No hemos recibido ninguna oferta, pero tampoco la hubiéramos aceptado. Tendría que ser muy buena. Es cierto que la autogestión en la producción no fue una decisión a priori, fue una decisión a la que nos llevaron las circunstancias. Pero la independencia que hemos conseguido a lo largo de estos años, nos ha permitido tener una libertad de movimiento a la que no creo que pudiéramos renunciar.

Pucho: Hubo un acercamiento de un sello multinacional, para ser sinceros, pero fue para felicitarnos. Incluso llegaron a decir que ellos no lo habrían hecho mejor. Nos dejaron una puerta abierta si lo necesitáramos. Pero es la única clase de oferta que nos ha llegado, en plan: ‘Aquí estamos, aquí un amigo’.

En España, Vetusta Morla despierta filias y fobias. Aunque son un grupo autoeditado, que estuvo nueve años antes de sacar su primer disco, su salto a la escena mainstream generó que una importante proporción de aficionados al pop independiente rechazara su trabajo por muchas y variadas razones, ¿cómo les trata México?

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Pucho: Vinimos por primera vez en junio de 2009, cuando se retrasó el Vive Latino por la gripe aviar. Ésta es ya la séptima vez que venimos, es una minigira antes de la gira de La Deriva. De hecho, sólo hemos tocado el single del nuevo disco. Es cierto que en México, el seguidor se hace fan de una banda para toda la vida, cumple el término de ‘fan para toda la vida’, pero en España no hay fanes. Probablemente sí los haya, pero si nos atenemos a la idea de fan para toda la vida, aquí son mucho más a muerte, te agarran y no te sueltan.

Aparte, yo llevo escuchando música mexicana desde hace muchos años y a la hora de escuchar música, los mexicanos no tienen ningún tipo de prejuicio. Está el ejemplo de la banda sonora de Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón: es una banda sonora de un eclecticismo que en España no se toleraría. Mucha gente no podría mezclar en un mismo disco a la Mala Rodríguez con Molotov y Marco Antonio Solís. Sería impensable. En esa banda sonora se refleja muy bien el carácter del mexicano: como dicen aquí ‘Si la rola les late’, les va, les gusta y por qué tienen que negarlo, ¿porque no forma parte de una escena? No, no tienen prejuicios a la hora de escuchar música. También hay de lo otro, habrá gente muy talibán, como en todas partes.

Tengo entendido que tienen una forma particular de llamarse entre ustedes. ¿Algo parecido a Consejo de ministros?

Juanma: (Risas). Siendo seis personas con una carrera autoproducida, hemos tenido siempre que organizarnos y eso implicar poner nombres. Ha habido muchos: departamentos, como en una empresa; ministerios, como en un gobierno; comisiones, asamblea…

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David: Ahora somos más comisión.

Pucho: Claro, las reuniones de los lunes serían como consejos de ministros.

David: Sí, un brainstorming de cuatro horas…

Pucho: Y si somos asamblea, depende del día, somos asamblea panfletaria (risas).

Juanma: Además, en nuestro sello, "Pequeño salto mortal", hay dos personas que son realmente las que sustentan todo el sello.

Foto vía Tanaka Music

Están esas dos personas encargadas de "Pequeño salto mortal", pero ¿ustedes están muy metidos en el sello?

Juanma: Nosotros también estamos pringados currando a tope. Llevamos varios meses de trabajo tanto en el sentido musical como extra musical, porque estamos de gira en México y hablamos de cerrar un videoclip, de temas de merchandising… Continuamente hay funciones que hay que cubrir, al margen de ensayos, conciertos y de todo lo que eres como músico.

El año pasado, antes de grabar La deriva, Pucho se fue un par de meses de vacaciones, a desconectar de la banda. ¿El resto no lo necesito?

David: Todos nos hemos ido de vacaciones, más o menos tiempo. Pero según las inquietudes de cada uno, si de repente un día Juanma y Guille quedaban en el local para enseñarse algo que habían compuesto, antes de que nos viésemos todos juntos, era por una cuestión de necesidad artística. Luego ya nos íbamos juntando todos en la fase de composición.

Juanma: Hay muy pocas ocasiones en las que podamos estar todos a la vez de vacaciones. Sí nos reservamos ciertos momentos del año para poder estar desconectados, pero en ese momento la gente de la oficina no para, porque esto no para.

Pucho: Además, todo el tiempo llegan muchas ofertas y hay que debatirlas. Es un trabajo continuo.