Trump contraataca en el segundo debate y amenaza a Hillary con encarcelarla

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En el peor momento de su campaña, herido casi de muerte desde que el viernes pasado se dio a conocer un "audio sexual" que lo exhibió como un acosador, Donald Trump hizo en el segundo debate presidencial lo que la mayoría de los analistas preveían: salió a luchar por su vida con la fiereza de quien no tiene nada que perder.

En San Luis, Misuri, los nominados presidenciales, Donald Trump y Hillary Clinton, se vieron frente a frente en un encuentro con un formato distinto respecto al primer debate: además de las preguntas de los moderadores Anderson Cooper y Martha Raddatz, el republicano y la demócrata debieron responder a las preguntas de una selección de estadounidenses que los cuestionarían sobre los tema que ellos prefirieran.

El encuentro fue ríspido desde el primer momento, cuando los candidatos se negaron a saludarse de mano. Luego, la hostilidad escaló rápidamente cuando Clinton reprobó las declaraciones de Trump —"cuando eres una estrella, tú puedes hacer lo que quieras con una mujer… tú puedes hacer cualquier cosa (…) puedes agarrarlas por la vagina"— grabadas en 2005. Enseguida, Trump contraatacó asegurando que esa grabación eran "sólo palabras" y que acciones como las de Clinton —borrar más de 33.000 correos electrónicos presuntamente solicitados judicialmente— eran no sólo reprobables, sino ilegales.

Entonces, Trump soltó el primer gran golpe de la noche: ofreció a los votantes que, si es electo presidente el próximo 8 de noviembre, ordenará al fiscal general de los Estados Unidos que haga una comisión especial que investigue a su rival por los correos electrónicos que envío siendo secretaria de Estado y que eliminó de internet.

Clinton respondió con desdén, diciendo que afortunadamente Trump no está a cargo de la ley. Y el magnate reviró con una de las frases más memorables del debate: "Porque estarías encarcelada".

La oferta electoral de un nominado presidencial de poner tras las rejas a otro es algo inédito en la historia reciente de Estados Unidos. Y Trump lo ha hecho apelando a su base electoral más reaccionaria, la que en cada mitin le grita: "¡Encarcélala, encarcélala!" y "¡Trumpea a esa perra!".

Una hora antes de eso, el magnate de bienes raíces dio una conferencia de prensa con cuatro mujeres en el presidium. Se trataba, dijo, de víctimas del expresidente Bill Clinton, esposo de Hillary, quien las habría violado "brutalmente" aprovechándose de su posición como el ocupante de la Casa Blanca.

Trump no paró ahí: en vivo, llamó a la exsecretaria de Estado "el diablo", sugirió que su rival fue cómplice en los presuntos acosos sexuales de su esposo y la acusó de dividir a los estadounidenses al llamar "despreciables" a sus seguidores. En su ataque, se lanzó también contra su compañero de fórmula, Mike Pence, de quien se distanció por sus opiniones sobre el papel de Rusia en Siria.

Clinton también reviró: volvió a decirle a su competidor que vive en su propio mundo, afirmó que es un alabador de "dictadores", como el presidente ruso Vladimir Putin, y de generar distracciones para no hablar sobre cómo le están abandonando los republicanos.

A los largo de 90 minutos, millones de estadounidenses y personas alrededor del mundo vieron un debate de ánimos encendidos, intenso y, a ratos, demasiado personal. Un Trump peleador que luchaba por no perder la compostura y una Clinton menos sonriente y más enganchada con los golpes que le tiraba su contrincante.

Al final, una última pregunta cambió el tono ríspiso del debate: un votante invitado al debate pidió a cada uno que diera un halago a su rival. Clinton dijo que, aunque estaba en desacuerdo en casi todo con el empresario, respetaba a los hijos de su competencia. "Son increíblemente capaces y devotos y eso dice mucho de Donald". En su turno, Trump elogió directamente a su rival: "Ella no abandona, no se rinde. Es una luchadora".

Cuando el reloj marcó el final del debate, los nominados presidenciales se despidieron —ahora sí— con un apretón de manos, abrazaron a sus familiares y la transmisión de cortó. Horas más tarde, cada uno en su cuenta de Twitter, se declararía triunfador.

She won. https://t.co/b8lLNPWUiM #Debate pic.twitter.com/C4MP8cPONF
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 10 de octubre de 2016

RT if you agree @realDonaldTrump WON the #Debate- BIG LEAGUE! #MAGA pic.twitter.com/EmwDZ32uAZ
— Official Team Trump (@TeamTrump) 10 de octubre de 2016

El tercer y último debate se llevará a cabo en Las Vegas, Nevada, y será moderado por el presdentador de noticias de Fox News, Chris Wallace.

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