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Seis presos de Guantánamo comienzan una nueva vida en Uruguay

"Vienen como refugiados pero pueden irse en el momento que lo deseen", aseguró el presidente uruguayo José Mujica.

Hace unos meses, el abogado Eldon Greenberg imprimió la entrada acerca de Uruguay en Wikipedia y se la entregó a su cliente, Abd al Hadi Faraj, también conocido como el preso número 329 en la cárcel estadounidense ubicada en a Bahía de Guantánamo, Cuba.

Por otro lado, el abogado Michael Mone fotocopió algunas páginas del libro de español de su hijo de 15 años y las envió a Guantánamo para que su cliente, Ali Hussein Shaaban, "pudiera empezar a aprender el idioma" del país que será su nuevo hogar. Mone también envió una copia de un articulo publicado recientemente en el periódico New York Times titulado 36 horas en Montevideo, Uruguay, donde elogian la "arquitectura estilo fin de siècle" que predomina en la ciudad y recomiendan un ballet en tributo a un coreógrafo ruso.

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El domingo pasado, los tres presos fueron transferidos de Guantánamo a Uruguay, el país donde serán reubicados. Esta reubicación de presos es la más numerosa que se ha hecho desde 2009, además de ser el primer traslado hacia América del Sur.

Estos hombres –cuatro sirios, un tunecino y un palestino– estuvieron presos más de una década sin tener cargos en su contra y su liberación fue autorizada desde hace mucho tiempo. Sin embargo, los funcionarios estadounidense no lograban encontrar un país seguro dónde liberarlos.

Los países natales de los prisioneros se consideran demasiado inestables para una repatriación adecuada y, según el Acta de Autorización para la Defensa Nacional, el gobierno estadounidense prohíbe la "liberación de los presos dentro del territorio estadounidense por cualquiera que sea la finalidad". Por lo tanto, tras varios meses de disputas diplomáticas entre funcionarios uruguayos y estadounidenses, el domingo pasado los seis prisioneros abordaron un avión militar que los transportaría a la soleada ciudad de Montevideo.

"Estos hombres pasaron de ser presos a ser pasajeros viajando a 1,200 m de altura…'¡Abróchense los cinturones!'", dijo Jerry Cohen, abogado de Mohammed Abdullah Tahamuttan, en una entrevista para VICE. "Todo lo contrario a cuando llegaron a Guantánamo, sedados y encadenados, en un avión de transporte militar…"

Los ex prisioneros van empezar una nueva vida en Uruguay como hombres libres. En otras circunstancias, los ex prisioneros de Guantánamo tendrían que vivir bajo arresto domiciliario o en "rehabilitación formal" después de su liberación del centro de detención para los acusados de terrorismo ubicado en Cuba. No obstante, Uruguay recibió el domingo pasado a los seis hombres en calidad de refugiados, lo que quiere decir que son libres de ir y venir a voluntad. El lunes pasado comenzaron a llenar las solicitudes para obtener el estatus de refugiados.

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"Vienen como refugiados pero pueden irse en el momento que lo deseen", aseguró el presidente uruguayo José Mujica, en una entrevista para la televisión estatal. Mujica se refirió a la prisión de Guantánamo como una "desgracia" y a las reclusiones como "secuestros atroces".

¿Pero qué les espera a estos hombres en su supuesto nuevo hogar? VICE habló con cuatro abogados que representan a los seis hombres para ayudarnos a entender el panorama de la vida en Uruguay después de Guantánamo.

Poco después de que el avión aterrizó en suelo uruguayo el domingo pasado, los seis hombres fueron trasladados a un hospital militar donde los examinaron por varios días. Uno de los prisioneros, Abu Wa'el Dhiab, de nacionalidad siria, llegó en condición débil por una huelga de hambre prolongada en protesta por su encarcelamiento.

Después de darlos de alta, los llevarán a conocer su nueva casa. A los seis se les proporcionará alojamiento compartido y comida en Montevideo por varios meses. Los abogados dicen que van a vivir juntos hasta que estén listos para vivir por cuenta propia. El abogado Mone dice que su cliente está ansioso por empezar su nueva vida. "Siempre les insisto en que tengan paciencia".

"Es la primera vez que lo veo sin las esposas puestas", dijo Mone a VICE desde Montevideo después de pasar todo el día con su cliente.

El abogado Cohen dijo que durante los próximos meses, estos hombres van a atravesar un periodo de adoctrinamiento donde aprenderán las habilidades básicas para vivir". Además, también van a recibir educación gratis y apoyo para encontrar trabajo –y con el tiempo van a poder traer a su familia. Eleuterio Fernández Huidobro, ministro de defensa nacional de Uruguay, dijo para una estación de radio local que se espera que los hombres "encuentren empleo para llevar el pan a la mesa, traigan a su familia, vivan en paz, vayan a ver partidos de fútbol y se vuelvan fans de un equipo".

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El abogado de Abd al Hadi Faraj, un ex prisionero, publicó una carta abierta en la que agradece al país y se declara fan de La Celeste, la selección de fútbol nacional de Uruguay.

Los seis hombres también recibirán cursos de idioma español. De hecho, muchos de ellos empezaron a estudiar español mientras seguían en Guantánamo con un traductor de habla árabe. Aunque, según los abogados, el traductor en realidad tampoco hablaba mucho español.

A Mohammed Abdullah Tahamuttan, uno de los ex prisioneros, aún no le convence el traslado a Uruguay. El problema es que la población musulmana en el país es muy reducida –alrededor de 300 en un país con 3.3 millones de habitantes. "Pero cualquier lugar es mejor que estar en Guantánamo", argumentó el abogado.

El traslado a Uruguay, el cual requirió varios meses, fue aprobado la primavera pasada pero se pospuso en repetidas ocasiones. Chuck Hagel, secretario de defensa estadounidense, fue acusado de retrasar intencionalmente la aprobación para la liberación definitiva de los prisioneros. Los abogados republicanos dentro del congreso exigieron a la administración de Obama que deje de liberar presos de Guantánamo por el bien de la seguridad nacional".

Supuestamente, el presidente Mujica aceptó recibir a los presos de Guantánamo a petición de algunos diplomáticos estadounidenses. El líder uruguayo dijo al Buenos Aires Herald que Guantánamo era "una vergüenza para la humanidad" y que si EE.UU. estaba dispuesto a "ponerle fin a esta vergüenza, lo mínimo que podía hacer era tratar de ayudar".

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Mujica, ex guerrillero izquierdista, estuvo encarcelado desde 1973 hasta 1985 bajo la dictadura militar de Uruguay. Vivió en confinamiento solitario por más de una década. Se cree que el presidente aceptó recibir a los prisioneros como un acto de ayuda humanitaria.

El presidente advirtió que Uruguay "nunca serviría como cárcel para Estados Unidos" y que sólo recibiría hombres que "pudieran vivir libres en nuestro país, como cualquier ciudadano". También se dice que Mujica se negó a permitir que EE.UU. restringiera los movimientos de los ex prisioneros. El presidente rechazó la propuesta de encarcelar a los hombres en cuestión si pasaban más de dos años fuera de Uruguay.

Cuando preguntamos sobre los esfuerzos de lo funcionarios para limitar los movimientos de los ex prisioneros, el representante del Departamento de Estado de EE.UU. invitó a VICE a consultar la transcripción de una conferencia de prensa en la que un vocero se negaba a dar detalles de las negociaciones sobre la reubicación y declaró que Uruguay le ofreció una serie de garantías al Gobierno estadounidense.

Según un cable diplomático confidencial que emitió Wikileaks, los funcionarios estadounidenses contactaron al gobierno de Uruguay desde el año 2006 para discutir la posibilidad de reubicar a migrantes cubanos y haitianos albergados en Guantánamo. Sin embargo, los uruguayos rechazaron rotundamente la idea.

El Gobierno estadounidense ha sido muy discreto en su discurso sobre el proceso de reubicación y ha revelado muy poca información sobre las negociaciones diplomáticas previas. Todo parece indicar que los casos de los prisioneros de Guantánamo se negocian uno por uno y que lo que el futuro les depara depende completamente del país donde aterricen.

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Hoy, los seis hombres que salieron de Guantánamo ya están comenzando planear su futuro en Uruguay. Abd al Hadi Faraj quiere casarse y abrir un restaurante. Mohammed Abdullah Tahamuttan quiere estudiar.

Ali Hussein al Shaaban le dijo a su abogado que sólo quiere dar un paseo por las calles de la capital sin tener nada que le preocupe.

El abogado Greenberg está feliz de que su cliente sea reubicado en Montevideo. "La verdad, me parece que es un lugar magnífico", dijo a VICE. "En especial si consideramos que algunas de las opciones anteriores eran lugares como Ucrania".

Aún quedan 136 hombres recluidos en la cárcel de Guantánamo. La mayoría de ellos no fueron condenados por crímenes de guerra.

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