La Iglesia de Francisco I, 'culpable' de la Primera Comunión de Alfredo di Stéfano | ES | Translation

Uno jugaba como un Dios, el otro es el representante más importante de la iglesia católica. Ambos nacieron en Buenos Aires, fueron vecinos en la infancia, acudieron a la misma escuela y probablemente compartieron en una misma cancha una de sus pasiones: el futbol.

Hablamos de Jorge Mario Bergoglio, hoy conocido como Francisco I o bien, 'El Papa futbolero', además de Alfredo di Stéfano, 'La Saeta Rubia', quien fuera futbolista del Real Madrid y falleciera apenas en julio de 2014.

Cada quien a su modo y a su filosofía, siguió sus sueños. Bergoglio vivió desde pequeño su fe, inclinado a la iglesia pero siempre viendo de reojo el futbol, una pasión que se lleva en la sangre si naces en un pasión tan pambolero como Argentina. El Papa Francisco como años después se autonombrara, vivía en una parroquia a tan solo dos calles de Alfredo di Stéfano, 10 años mayor que él.

Según se cuenta, Jorge Bergoglio era tan bueno para los rezos como para los goles. Si en algún instante hubiera rechazado dedicarse a la religión, bien pudo haber probado fortuna en San Lorenzo, el club de sus amores y de quien en infinidad de ocasiones ha resaltado que es un gran hincha.

De Di Stéfano hay muy poco que hablar sobre su carrera. Un enamorado de River Plate, construyó su etapa más gloriosa en el futbol español con el Real Madrid donde es considerado uno de los mejores futbolistas que se pusieron la casaca 'merengue'.

La diferencia de edad entre ambos dificilmente los pudo unir en alguna aula, aunque de acuerdo al propio Alfredo di Stéfano, si pudo haberlo logrado una 'picada' en el descanso de un día escolar o bien, en el campo de tierra y piedras del barrio.

Dicha afirmación la hizo la 'Saeta Rubia' cuando publicaba su columna en el Diario Marca de España, abriendo la especulación sobre si en algún instante consiguió compartir un balón con el Papa Francisco.

Es curioso como el futbol y Argentina tienen una relación celestial. El Papa es argentino, D10s (como se le conoce a Diego Armando Maradona) también, y Messi, el 'Mesías' del futbol lleva el albiceleste en el corazón. Si los tres marcan una onda angelical entre la religión y el futbol, Di Stéfano tendría que ser considerado algo así como el 'Arcangel Miguel' quien cuida las llaves del cielo.

La 'Saeta' era católico, tal y como Bergoglio. De acuerdo a Di Stéfano con una anécdota que involucra a la Iglesia donde vivía Francisco I. Narra el que ex futbolista que cuando las pelotas se volaban a los jardines del convento, una monja amenazaba que no le iba a devolver sus balones hasta que no hiciera su primera comunión. Tal era su necesidad por estar cerca de un balón que no le quedó de otra más que obedecer a aquella mujer.

Ya en aquellos tiempos, cuando Bergoglio tenía cerca de 6 años y Di Stéfano 16, Alfredo tenía mucha mayor fama en el barrio. Integrante de las fuerzas básicas del popularísimo River Plate, le daba a la 'Saeta' la posibilidad de ser reconocido por la gente. Esa alegría que tenía con la pelota, se reflejaba en el pequeño Jorge.

Fue en marzo de 2013 cuando Jorge Bergoglio fue nombrado Papa en reemplazo de Benedicto XVI quien había renunciado al cargo. La noticia fue tomada con sorpresa por todos, incluso por el propio Alfredo di Stéfano quien alcanzó a escribir uno de sus últimos artículos en referencia a Francisco I. Un año y pocos meses después, la 'Saeta Rubia' decía adiós a este mundo a los 88 años de edad.

Jorge Bergoglio o Francisco I, ya como Papa, ha sido cuestionado en diversas ocasiones por su amor al deporte, sus intereses y sus equipos predilectos. Un hincha de San Lorenzo hasta la médula, un 'Cuervo' que tuvo el gusto, tal vez como lo dijo Di Stéfano, de haber compartido una cancha, quizá haberle servido un gol a la leyenda o quizá, por qué no, darle una patada que le quitara la pelota.

Francisco I hará en los próximos días su primera visita a México como Papa. No estará presente en el mítico Estadio Azteca como si lo hizo en múltiples ocasiones Juan Pablo II, sino qie visitará el Estadio Zoque de Chiapas. Tal vez, en algún futuro, pueda oficiar una misa en el Coloso de Santa Úrsula, mismo que en 1986, se anotó 'La Mano de Dios', un sitio sagrado para Argentina, para México, y para la historia del futbol.