Si has ido con cierta frecuencia a festivales de música, seguramente te habrás encontrado con gente —amigos o completos desconocidos— que haya tomado drogas psicodélicas y experimentado cierto grado de angustia, sin saber cómo reaccionar en medio de la sobrecarga sensorial de la pista de baile. A muchos nos gustaría echar un cable en estos casos, pero no siempre tenemos claro cuándo o cómo ofrecer ayuda.
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Esa es la razón que llevó a Zendo Project —una organización para la reducción de daños fundada en 2012 por la Multidisciplinary Association of Psychedelic Studies (MAPS)— a ofrecer espacios seguros en festivales musicales para personas que consumen sustancias psicodélicas, así como “cuidadores” con formación específica para ayudarles en caso de que tengan una mala experiencia con las drogas.
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“Siempre me han interesado los estados de conciencia no ordinarios y el uso de sustancias psicodélicas en el ámbito de la psicoterapia”, nos cuenta Sara Gael, directora del Proyecto Zendo, psicóloga consejera en Boulder, Colorado, y gran aficionada a la música dance desde hace más de una década.En su época de festivalera, Gael recuerda haberse sentido preocupada por “la forma obsoleta en la que la organización de festivales se hacía cargo de las personas que sufrían malas experiencias psicodélicas”, en ocasiones incluso recurriendo a ataduras, sedación o al arresto policial.Gael afirma que estas formas de actuar se deben “a un profundo desconocimiento del funcionamiento de las sustancias psicodélicas y de su impacto en la mente de quien las consume”.
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“Siempre me han interesado los estados de conciencia no ordinarios y el uso de sustancias psicodélicas en el ámbito de la psicoterapia”, nos cuenta Sara Gael, directora del Proyecto Zendo, psicóloga consejera en Boulder, Colorado, y gran aficionada a la música dance desde hace más de una década.En su época de festivalera, Gael recuerda haberse sentido preocupada por “la forma obsoleta en la que la organización de festivales se hacía cargo de las personas que sufrían malas experiencias psicodélicas”, en ocasiones incluso recurriendo a ataduras, sedación o al arresto policial.Gael afirma que estas formas de actuar se deben “a un profundo desconocimiento del funcionamiento de las sustancias psicodélicas y de su impacto en la mente de quien las consume”.
Gael ha participado en el Proyecto Zendo desde su fundación. Hasta ahora, la organización ha prestado ayuda a más de 2.000 personas en festivales como Burning Man, Lightning in A Bottle, Boom y Symbiosis y ha formado a más de 2.000 voluntarios, capacitándolos para ofrecer lo que llaman “primeros auxilios psicodélicos”. Todas estas iniciativas forman parte de la misión de Zendo, financiada con donaciones, de crear una comunidad de atención compasiva.
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Gael ve un gran potencial terapéutico en las drogas psicodélicas, siempre que se administren de forma segura y en el entorno apropiado. Durante su trabajo de investigación en MAPS, participó en los recién terminados ensayos clínicos de Fase 2 llevados a cabo por el centro, en los que se analiza el uso controlado de MDMA para tratar el TEPT.Sin embargo, Gael también reconoce que, en un entorno recreativo, las sustancias psicodélicas también tienen el potencial de hacer aflorar traumas psicológicos o miedos enterrados en el subconsciente en un momento y un lugar nada óptimos para trabajar con esas emociones.El exhaustivo manual de formación del Proyecto Zendo y su vídeo oficial de reducción de daños ofrecen una serie de guías para ayudar a convertir una experiencia difícil en una valiosa oportunidad de aprendizaje, a crear un espacio seguro y entender que un viaje “difícil” no es lo mismo que un mal viaje.A partir de esos principios, Sara explica en sus propias palabras cuál es la mejor forma de ayudar a un amigo o a un completo desconocido a sobrellevar una experiencia psicodélica difícil en un festival de música.“Una experiencia psicodélica complicada puede darse hacia fuera o hacia dentro, y no siempre es fácil saber cómo está siendo la experiencia interior de una persona en un momento dado.Por tanto, habrá veces en que será muy obvio que una persona necesita ayuda, mientras que otras no estará tan claro. Algunas pistas podrían ser ansiedad, sentimiento de soledad o sensación de estar atrapado, desorientación, confusión y miedo a perder el control.
1. Primero, determina si la persona necesita o quiere que la ayudes
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Si crees que alguien lo está pasando mal, puedes acercarte a esa persona, presentarte y quizá preguntarle cómo está, en lugar de dar por sentado que necesita ayuda.Acércate con amabilidad y calma, sin mostrar miedo ni ansiedad. A veces, la mera presencia de una persona amable y dispuesta a ayudar puede resultar de mucha ayuda para hacer sentir más seguro a alguien”.“Deja que sea la experiencia de la persona la que sirva de guía. No intentes adelantarte al proceso. Analiza los aspectos angustiantes a medida que aparezcan. Sin desviarte de la experiencia, ayuda a la persona a conectar con lo que está sintiendo en ese momento.Invita a la persona a ahondar en la experiencia y anímala a dejarse llevar, a no resistirse”.“Si responde positivamente a lo anterior e indica que necesita ayuda, ofrece a la persona la posibilidad de ir a un sitio tranquilo, lejos de las luces brillantes, la música a todo volumen y la muchedumbre, elementos que pueden provocarle más desorientación.Pregúntale cómo se sentiría más cómoda. Ofrécele mantas y agua. Antes de tocar a nadie, pide siempre permiso primero. No difundas ninguna información personal que te pueda dar”.
2. No fuerces la situación
3. Sugiérele ir a un lugar más cómodo y tranquilo
4. No dudes en pedir ayuda si fuera necesario
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Si alguien está sufriendo una crisis grave de salud mental o necesita asistencia médica inmediata por lesiones físicas, debes solicitarla. Si muestran comportamiento violento, no te pongas en peligro. Contacta con el personal de seguridad del evento o con la policía”.“Si tú también estás bajo los efectos de drogas psicodélicas, puede ser muy complicado ayudar a alguien en la misma situación, tanto física como emocionalmente. En casos así, lo mejor es que pidas ayuda a alguien que no tenga las capacidades alteradas”.“Muchas veces, la persona puede necesitar apoyo adicional después de que la experiencia haya pasado. Volver a la sociedad puede suponer un contraste enorme después de haber pasado un tiempo en el espacio psicodélico, por lo que es precisamente en esos momentos cuando también hace falta contar con el apoyo y el cuidado de los demás, sobre todo si la experiencia ha sido complicada”.Este artículo se publicó originalmente en Thump.