Ser novia de un DJ es lo peor

Este artículo fue publicado originalmente en Thump, nuestra plataforma de cultura y música electrónica.

¿Estás interesada en mantener tu dignidad enfrente de extraños? ¿Te gustaría preservar tu hígado en buenas condiciones? ¿No quieres odiar canciones que bailarías regularmente? ¿Un horario de sueño saludable está en tu lista de pendientes? Entonces deberías creerme cuando te digo: nunca, nunca, salgas con un DJ.

Lo admito, es fácil quedar atrapada al romantizar la idea. Sería lindo ser la elegida; estar parada junto a él (o ella) detrás de las tornamesas, mientras satisface a la multitud, chocando vasos vodka hasta llegar a la suite del hotel para empezar el verdadero after. Eso es, sin embargo, una fantasía. Ser la novia estable de un DJ apesta. Tener tu nombre en algunas listas de invitados cada fin de semana sólo puede compensar las dificultades si tienes los ojos cerrados.

Mientras otras parejas pasan las noches abrazándose en el sofá, conviviendo con sus amigos en un bar o pasando un tiempo sexy, tú tienes que pasar las tuyas en varios clubes. Comenzarás ahí de pie, sintiéndote inútil mientras prepara el equipo. Te darás cuenta de que tu trabajo de oficina, con las juntas, el estrés y el horario fijo son la razón principal por la que estás tan cansada y —lo peor de todo— con un vestuario inapropiado. Eso pasará exactamente una sola vez; después enloquecerás con tu vestuario y terminarás viéndote como si acabaras de salir de un video barato de progressive house. Para ti, "noche de cita" significa deambular por la cabina del DJ, con tu novio haciendo lo suyo y tú tolerando o alejando a la gente molesta con sus peticiones musicales.

Generalmente, eres la persona más inútil ahí, y lo sabes. No puedes ser productiva de ninguna manera; no puedes enloquecer en el dancefloor con tu novio ahí, pero el tampoco está disponible para ti. Además pronto te sabrás el playlist de memoria. Claro, los DJs diversifican los tracks en su set, pero después de la tercera noche, comienzas a darte cuenta de lo repetitivo que son. Comenzarás a odiar esas canciones incluso más que tu relación.

Desperdiciar tus fines de semana (además de tu vida) en clubes exclusivos o discotecas para adolescentes va de la mano con el placer de conocer a todo tipo de propietarios de clubes, baristas y cadeneros. Todos ellos harán su mejor esfuerzo por tolerar tu presencia, aunque al mismo tiempo tratarán de hacer amistad con tu novio. Es seguro decir que odiarás al 99 por ciento de ellos, pero es tu deber no demostrarlo. Aunque son la gente más arrogante que probablemente conocerás, nunca entenderás las razones detrás de su confianza. Mientras te preparas para otra noche de fiesta, probablemente comenzarás a emborracharte de inmediato, ordenando bebidas sin parar y sin que tu novio se de cuenta del descaro con el que algunos baristas te tiran la onda.

Aquí es donde te encuentras en una encrucijada. Puedes emborracharte y decirle a esos idiotas que se jodan, o invitar a un amigo a que te haga compañía. Pero llevar a tus amigos a los shows eventualmente reducirá a tu novio a una combinación de rocola humana, perchero, portavasos y entretenimiento. En teoría, respetas su trabajo y su talento, así que preferirás encontrar un punto medio entre emborracharte y callarte la boca.

Hablando de callarse la boca, por algún motivo, los DJs son condenadamente sexy ante los ojos de las clubbers. La apariencia no tiene nada que ver con ello. Él es el DJ y por lo tanto es notable. Noche tras noche, todas esas mujeres con sus reveladores atuendos acecharán a tu novio y tratarán de pasarle sus números telefónicos en secreto. Y como si esto no fuera suficiente, hordas de "viejas amigas" lo tocarán, abrazarán, y se harán las sorprendidas por el hecho de que él esté en una relación. Soportar todas estas conductas irrespetuosas, tratando de quedarte callada y ser amigable, también es parte del trabajo.

Pareces haber encontrado una solución para algunos de estos problemas cuando el staff te pide que ayudes a cobrar los covers en la puerta o a vender boletos o a tachar los nombres de la lista. Al principio podrás estar emocionada: ¡Finalmente tienes la oportunidad de ser productiva! ¡Hay algo que puedes hacer! Rápidamente te darás cuenta de que básicamente estás trabajando sin cobrar y manejado dinero bajo la influencia del alcohol sólo para mantenerte despierta, y eso es más difícil que tus exámenes semestrales. Estás poniendo sellos en las muñecas de la gente, mientras que adentro las fans están alrededor de tu novio. Además tienes garantizado que alguien va a vomitar sobre ti o que estarás combatiendo a extraños que intentan robar dinero de la caja.

Puedes sobrevivir a estas horribles noches de club durante un tiempo, pero tarde o temprano decidirás no humillarte más y simplemente quedarte en casa. Créeme, no cambiará nada. Todas esas personas nefastas que tuviste el placer de conocer comenzarán a ser invitados regulares en tu casa para discutir los próximos eventos.

Intenta ignorar las actividades de tu novio DJ en Facebook, porque todas sus actualizaciones como "Tu novio es amigo de Bambi, Amber, y Gogo-Ginger" serán molestas. Deja de ver esas fotos que le tomaron en tocadas cuando tú estabas durmiendo en casa. Quieres apoyarlo e intentarás ser feliz por él porque es capaz de ganarse la vida haciendo lo que ama. Si no puedes despertar a las 4PM a desayunar hamburguesas frías con una sonrisa en tu rostro, será mejor que salgas con un cajero de un banco con horario de 9 a 5.

La próxima vez que estés de fiesta y veas a una mujer parada junto al DJ que se ve completamente aburrida, sabrás que hay un precio que pagar si quieres salir con un DJ, y ella lo está haciendo. Puedes verlo en sus ojos: Ser la novia del DJ no tiene nada de cool. ¡Es lo peor!