Las fuerzas sirias logran acabar con los yihadistas en Raqa

Las fuerzas sirias respaldadas por Estados Unidos han vencido a Estado Islámico en la ciudad de Raqa. Después de una agotadora batalla de cuatro meses, tomaron el control este martes de la capital de facto del grupo terrorista, dando un golpe clave al llamado "califato", el cual ha colapsado rápidamente.

El general Talal Sello, de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), anunció que los enfrentamientos en la ciudad finalmente terminaron después de que la milicia derribó el último puesto de los yihadistas en el estadio de la ciudad, que el grupo terrorista había utilizado como prisión y depósito de armas.

"Todo está terminado en Raqa. Nuestras fuerzas han tomado el control total de la ciudad", dijo Sello la agencia de noticias AFP.

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Los combatientes de las SDF, una alianza de milicias kurdas y sirias, levantaron una bandera dentro del estadio este martes, mientras que otros pudieron celebraron victoriosos en las calles, de acuerdo con la agencia Reuters.

Sello dijo el martes que los combatientes de la coalición estaban inspeccionando la ciudad en busca de minas y células durmientes de yihadistas, y pronto se esperaba una declaración formal de la liberación después de los tres años de gobierno del Estado Islámico.

"Sabemos que todavía hay dispositivos y trampas explosivas en las áreas que Estado Islámico alguna vez ocupó, por lo que las SDF continuarán despejando las áreas", dijo el coronel Ryan Dillon, un portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos.

Esta última victoria se da luego de que las fuerzas militares lograran neutralizar un hospital de Raqa, el cual funcionaba como fortaleza de los terroristas, el martes pasado.

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Mustafa Bali, un portavoz de la coalición, dijo que 22 combatientes de Estado Islámico fueron asesinados en esa batalla. Siguió un acuerdo negociado con ancianos tribales el domingo, el cual permitió a los yihadistas sirios abandonar la ciudad, dejando a unos pocos cientos de militantes, muchos de ellos combatientes extranjeros, haciendo su última posición.

Raqa, que tenía una población anterior a la guerra de más de 200.000, fue la primera ciudad importante tomada por el Estado Islámico y la capital de facto de su llamado califato. La ciudad fue el escenario de numerosas atrocidades bajo el brutal gobierno de los terroristas: gays fueron arrojados desde los tejados, habitantes de la zona y rehenes occidentales fueron decapitados, mientras que a presuntos ladrones les amputaron las manos. Los ataques terroristas en Europa y en otros lugares fueron tramados desde esta ciudad.

Si bien la amenaza de Estado Islámico no está del todo eliminada —continúa recibiendo apoyo de extremistas violentos y simpatizantes en todo el mundo— la liberación de Raqa, tres meses después de que perdieran el control de Mosul, deja al "califato" significativamente debilitado.

Después de una serie de pérdidas territoriales este año, los combatientes de Estado Islámico han conseguido hacerse con el control de territorios en la frontera entre Irak y Siria, además de las ciudades de Anbar, en Irak. En Siria, el grupo se concentra en la provincia de Deir Ezzor, ubicada al sureste, donde el grupo está siendo sometido a una fuerte presión por parte de las fuerzas del gobierno sirio apoyadas por el poder aéreo ruso y las milicias respaldadas por Irán.

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