En 2018 los grupos indígenas organizados políticamente buscan por primera vez participar en las elecciones presidenciales en México. Para ello han nombrado a una mujer como la vocera que los representará ante las instituciones electorales y ante un sistema del que ellos desconfían. María de Jesús Patricio, una mujer indígena nahua y médico tradicional, es el rostro de un movimiento respaldado por los zapatistas. Para conseguir la candidatura requieren más de 800 mil firmas —que representan el uno por ciento del electorado nacional—, un objetivo para el que tienen cuatro meses y recursos limitados. De no obtener estas firmas, los grupos indígenas quedarán sin una representación para sus aspiraciones y reclamos en la boleta electoral. VICE sigue al movimiento indígena mexicano y a Marichuy, como se conoce a María de Jesús, mientras recorren el país para buscar entender sus objetivos, reclamos y las dificultades con que se han encontrado.
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