Imagen por Roberto Escobar/EPA
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Si El Salvador cae en el incumplimiento de pagos, esa sería la puerta de entrada para una crisis económica como no se ha visto en esta década. Y la posibilidad de que eso suceda es grande, dado que en el Presupuesto General de la Nación de 2016 ni siquiera contempló el pago de una porción de los 71,7 millones de dólares que se deben pagar, a más tardar, el 22 de octubre.La única salvación a la vista para la nación latinoamericana ha sido recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), que suele obligar a los países a adoptar durísimas medidas de austeridad como garantía del pago a cambio de un préstamo que los alivie. El presidente Sánchez Cerén ya anunció que su hombre de confianza, Roberto Lorenzana, y el jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, han iniciado conversaciones para determinar las condiciones de la ayuda internacional.En imágenes: así era Cojutepeque, una de las peores cárceles de El Salvador. Leer más aquí.
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Hasta el momento, el plan del presidente Sánchez Cerén contempla la aprobación de emisión de bonos de 1.200 millones de dólares para enfrentar la falta de liquidez y responder a los compromisos de corto plazo del país, aprobar una Ley de Responsabilidad Fiscal y un presupuesto austero en el manejo de los recursos del Estado.Lo que en el papel suena bien, en las calles ha comenzado a tener repercursiones: la falta de pago a médicos y enfermeras desató una huela que este jueves cumple 24 horas con el cierre total o parcial de 22 hospitales públicos y 29 unidades de salud, según el Sindicato de Trabajadores y Asociaciones de Salud Pública.Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs