Tres hombres planeaban bombardear el hogar de una comunidad musulmana en EE. UU.

Tres personas fueron formalmente acusadas el día de ayer por planear una ataque bomba contra una comunidad de migrantes somalíes en Kansas, Estados Unidos. El cargo presentado es por conspiración para utilizar un arma de destrucción masiva.

Es uno de los últimos casos de posibles ataques terroristas registrados, el cual deja al descubierto la amenaza sobre ese tipo de acciones en los Estados Unidos.

Los jueces federales afirman que Curtis Allen, Gavin Wright y Patrick Stein son miembros de un grupo llamado "The Crusaders" [Los Cruzados], una organización de ciudadanos anti-gobierno, anti-musulmanes y fuertes creencias anti-migrantes".

El caso comenzó varios meses atrás cuando el FBI recibió la noticia de un informante que asistió a varias reuniones de los Crusaders. La fuente dijo a los federales que el grupo planeaba atacar musulmanes —a quienes se refieren como "cucarachas" — al sur de Kansas.

Los miembros del grupo se reunían con regularidad, según informa una denuncia presentada el pasado viernes, y se comunicaban a través de una aplicación llamada Zello, la cual encripta las conversaciones del teléfono celular. El FBI también encontró que el grupo "expresaba odio hacia los musulmanes, descendientes de somalíes e inmigrantes". La oficina logró además identificar a los autores de la conspiración.

Se informó que el grupo planeaba usar un dispositivo explosivo improvisado para hacer volar un complejo habitacional en Garden City, Kansas, el próximo 9 de noviembre, un día después de las elecciones presidenciales. El lugar es usado por los inmigrantes somalíes como vivienda y lugar de culto.

La denuncia también detalla que Patrick Stein viajaba regularmente portando una pistola, un rifle de asalto, municiones, un chaleco antibalas y una mira con visión nocturna. Además, se reporta que en más de una ocasión Stein se dirigió a algunas mujeres somalíes como "malditas perras con harapos en la cabeza", haciendo referencia a su ropa tradicional.

En el reporte dado a conocer se menciona una conversación a través de Zello en el mes de mayo, en la cual supuestamente Stein explica los motivos para querer atacar a los musulmanes.

"La única maldita manera para que este país pueda arreglarse es con un baño de sangre, y será sucio y desastroso", dijo Stein. "A menos que más gente despierte y decida que quiere recuperar el país".

El complot comenzó a tomar forma en julio, informaron las autoridades. Los tres sospechosos comenzaron a reunirse en el negocio de Wright, ubicado en la ciudad de Liberal, en Kansas, donde Allen, el tercer acusado, también trabajaba.

De acuerdo a los reportes de las autoridades, Wright se sirvió de Google Maps para ubicar posibles objetivos, colocándoles la etiqueta de "cucarachas" y usando guías impresas para fabricar los explosivos. Para el mes de agosto, los tres sospechosos habían elegido el complejo habitacional como objetivo. El informante los presentó con un agente encubierto que se hacía pasar por traficante de armas.

El 11 de octubre, la novia de Allen llamó a la policía local para informar que su pareja había sido abusivo, poseía armas y había abandonado el área. Semanas antes a la llamada, los tres acusados comenzaron a preocuparse por lo mucho que sabía la chica, de acuerdo con la denuncia.

Cuando las autoridades rastrearon a Allen, descubrieron una gran cantidad de municiones en su auto. Además, su novia había dicho a las autoridades que ella misma había visto materiales para hacer bombas en el negocio del sospechoso, por lo que las autoridades realizaron una búsqueda, encontrando la evidencia que respaldaba las denuncias de la mujer.

Las noticias del frustrado ataque han sorprendido a la comunidad musulmana de Garden City. El sábado, cientos de somalíes, malasios y birmanos se reunieron para escuchar las resoluciones del FBI y las autoridades, informó el diario The Wichita Eagle.

"Lo único que puedo decirles es que esto sucedió porque los hombres querían atacar sus creencias religiosas", expresó Michael Utz, jefe de la policía en Garden City. "Pero necesitan saber que no nos importa si ustedes son inmigrantes o no, son ciudadanos".

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