Las FARC y el gobierno colombiano dan un paso más en el proceso de paz

Colombia ha dado un paso más en el proceso de paz con el anuncio de cómo y cuándo los rebeldes deberán entregar sus armas y desmovilizarse, una vez que se firme el pacto final.

Negociadores del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), anunciaron el viernes pasado los detalles del acuerdo, los cuales incluyen especificaciones sobre el papel que desempeñarán las Naciones Unidas como órgano supervisor.

"Hemos dado un paso más hacia el final del conflicto", señaló a través de un comunicado Humberto de la Calle, Jefe del Equipo Negociador del Gobierno con las FARC, desde La Habana, donde se llevan a cabo las negociaciones. "Invitamos a los colombianos a construir un nuevo país".

Las charlas, que empezaron en noviembre de 2012, parecen poner fin con un conflicto que lleva 52 años y ha dejado 220.000 muertos y más de 6 millones de desplazados.

El pacto para el cese de fuego, firmado en junio, explicaba que los aproximadamente 7.000 combatientes de las FARC tendrán solamente cinco días, después de que se firme el acuerdo, para trasladarse a las "zonas transitorias de normalización". Se planea que éstas abarquen un área de 241 kilómetros cuadrados.

Oficiales desarmados de las Naciones Unidas tienen la misión de supervisar estas "zonas transitorias", así como de operaciones posteriores de búsqueda y destrucción de minas terrestres y explosivos.

En los acuerdos del viernes pasado se estipula que los civiles, que están viviendo en las regiones, podrán permanecer ahí, aunque no podrán entrar a los campamentos que alojarán a los rebeldes. El ejército también necesitará permiso para entrar.

Una vez que el proceso esté completo, las armas serán fundidas para luego crear tres monumentos: uno en Colombia, uno en Cuba y otro en Nueva York, donde tienen su base las Naciones Unidas.

Después de haber entregado las armas, las FARC podrán completar el resto de la desmovilización que, de acuerdo al pacto, tendrá que ser antes de seis meses. Posteriormente, los rebeldes podrán convertirse en un movimiento político legal capaz de aspirar a cargos políticos.

Acuerdos previos durante el proceso de paz decían que los combatientes de las FARC recibirían un indulto por rebelión, pero aquellos encontrados culpables de violar derechos humanos estarán sujetos a un tribunal especial. Estas cortes tendrán el poder de emitir sentencias de hasta ocho años de "libertad restringida", aunque no en prisiones convencionales. Críticos del proceso de paz afirman que es una sentencia muy ligera, y alegan que algunos que cometieron atrocidades evadirán el castigo completamente.

También la logística de la entrega de armas y la desmovilización han probado ser puntos de fricción durante las pláticas.

Una vez superada esta etapa, el acuerdo final deberá ser ratificado a través de un referéndum; y un reciente sondeo, realizado por Datexco, encontró que un 34 por ciento de los encuestados votaría en contra del acuerdo, mientras que sólo un 29 por ciento estaría a favor.

El expresidente Álvaro Uribe lidera la campaña en contra del acuerdo de paz, argumentando que el pacto dejaría que los rebeldes se salieran con la suya, tras haber cometido crímenes imperdonables.

"Con la impunidad, no muere el odio", afirmó al momento de lanzar su campaña por el "No Plebiscito" la semana pasada. "Habrá más violencia".

La campaña a favor del plebiscito corre a cargo del presidente Juan Manuel Santos, quien se juega la reputación política con este acuerdo de paz.

"Lo que la gente tiene que entender, es que el día que firmemos la paz, el acuerdo con las FARC, éstas desaparecerán como grupo armado", dijo a través de un comunicado el jueves.

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