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Víctimas de la guerra sursudanesa fueron violadas, quemadas y obligadas a beber sangre

Investigadores de la Unión Africana dieron a conocer un informe que relata el catálogo de horrores cometidos durante la guerra civil de Sudán del Sur. La violencia se usó de forma organizada y la matanza de civiles fue indiscriminada.
Imagen por JM Lopez/EPA

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La Unión Africana (UA) ha dado a conocer los resultados de la largamente demorada investigación sobre la guerra civil de Sudán del Sur. Un documento que detalla estremecedores abusos y vulneraciones de los derechos humanos, incluyendo matanzas por motivos étnicos y de género, violaciones organizadas, y presuntos sucesos de canibalismo.

Una comisión de investigación encabezada por el ex presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, entregó el informe la noche del martes, más de un año después de que se llevara a cabo la investigación sobre los primeros meses de la guerra.

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Cabe destacar que la comisión tuvo que superar diversos obstáculos, sobre todo en relación a las acusaciones realizadas por el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, a su ex vicepresidente, Riek Machar, por haber organizado un golpe de estado contra el gobierno después de ser cesado del gabinete ejecutivo, dando lugar a los combates que estallaron en Juba el 15 de diciembre de 2013. Los investigadores confirmaron que los enfrentamientos entre ambos empezaron el seno de la Guardia Presidencial, pero no se refirieron a Machar como impulsor del movimiento subversivo contra el gobierno.

Aunque la violencia pareció sorprender a la comunidad de internacional, las tensiones fueron una realidad latente durante muchos meses. El gobernante Movimiento Popular de Liberación de Sudán se constituye de facciones que habían luchado contra el gobierno sudanés en Jartum por la independencia del sur.

Empañados por la corrupción, diversos partidos dentro del gobierno comenzaron a pelear internamente por los suculentos ingresos petroleros del país, que en un momento llegaron a proporcionar el 99 por ciento del total de los ingresos.

Cuando los enfrentamientos derivaron en un conflicto abierto y las acusaciones contra Machar se recrudecieron, la lucha interna se extendió rápidamente y empezaron a registrarse asesinatos selectivos contra de miembros de la etnia nuer por parte de las fuerzas gubernamentales. Poco después, los ataques eran generalizados tanto en la capital como en el resto del país.

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"Los miembros Dinka de la Guardia Presidencial y otras fuerzas de seguridad dirigieron ataques contra soldados y civiles nuer", escribió la comisión.

Tras los enfrentamientos del 15 de diciembre, Machar se hizo cargo de una poderosa fuerza rebelde formada por varios grupos armados, entre ellos muchos nuers que desertaron del ejército nacional. La lucha posterior desembocó en una guerra con lógica étnica, que enfrentó a las fuerzas leales a Kiir, de la mayoría dinka, contra los nuers, nominalmente encabezados por Machar.

'Las violaciones colectivas eran (y siguen siendo) una característica común entre las atrocidades cometidas durante el conflicto en curso en Sudán del Sur'

La UA sentenció que ambas partes habían cometido brutales violaciones de los derechos humanos, sin llegara referirse a crímenes genocidas.

Sin embargo, los primeros asesinatos de nuers en Juba, que se contaban por cientos, fueron descritos como parte del "cumplimiento de una política de Estado" de carácter "generalizado y sistemático".

"Se han establecido puestos de control en todo Juba y se han llevado a cabo registros casa por casa por parte de las fuerzas de seguridad", reza el informe. "Durante esta operación, los hombres nuers de género fueron el objetivo" al que identificar y matar.

Una lista infinita de horrores, incluida la violación y la quema de víctimas, era lo que seguía, relata el informe.

Estados Unidos propondrá sanciones de la ONU para Sudán del Sur, sin incluir el embargo de armas. Leer más aquí.

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Un testigo dijo a los investigadores de la UA que los soldados de Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán leales al gobierno de Kiir obligaron a las mujeres Nuer a comer la carne quemada de las víctimas. En referencia a los incidentes del 16 de diciembre de 2013, la comisión informó que testigos explicaron que otros civiles nuer "se vieron obligados a beber sangre humana que pertenecía a una víctima que había sido sacrificada". A muchos les obligaron a "saltar dentro de hogueras encendidas".

"Una de las personas que se vio obligada a comer carne de otra víctima y que hoy se encuentra en un campo de refugiados en Kenia, ha perdido la cordura", dijo la comisión en su informe.

Algunos testigos indicaron que, a veces, el abuso y el sometimiento eran parte de una actuación programada y que, otras veces, parecían ser actos completamente improvisados.

"Todos estos relatos evocan los recuerdos de algunos de los peores episodios de violación de los derechos humanos en el continente africano", escribieron los investigadores.

Las fuerzas rebeldes también estuvieron implicadas en presuntos crímenes de guerra entre los que se incluye una violencia sexual generalizada. Distintos testigos dijeron que cuando las fuerzas rebeldes se apoderaron de una estación de radio en la ciudad petrolera de Bentiu exhortaban a sus camaradas a violar a las mujeres dinka.

En Malakal, la capital del estado del Alto Nilo y una ciudad que ha cambiado de manos innumerables veces en el transcurso de la guerra, los rebeldes fueron acusados de asesinar a los pacientes que se encontraban en un hospital y una iglesia. La comisión descubrió que las fuerzas de la oposición que operan en Bor y que fueron aliadas de Machar habían cometido crímenes de guerra a través de  "matanzas indiscriminadas de civiles".

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Los investigadores también determinaron que tanto la violencia sexual y como la de género ha sido especialmente frecuente durante todo el conflicto.

"Violaciones colectivas era (y sigue siendo) una característica común de las atrocidades cometidas durante el, conflicto en curso en Sudán del Sur", sostiene el informe.

La ONU alerta del uso de violaciones y agresiones sexuales como armas de guerra en Sudán del Sur. Leer más aquí.

Después de que más de media docena de iniciativas de paz fracasaran, y bajo la amenazas de sanciones por parte de la ONU, Machar y Kiir acordaron en agosto poner fin a las hostilidades. Algunos combates esporádicos aún irrumpen en ciertas zonas del país, aunque con una frecuencia mucho menor de la que se registró en los dos años precedentes.

El año pasado, el Grupo de Crisis Internacional estimó que más de 50.000 personas habían muerto en la guerra civil. Pero muchas personas huyeron de Sudán del Sur a la selva, lejos de las posiciones de los efectivos de la ONU sobre el terreno y fuera del alcance de los equipos de investigación. Algo que impide contra con un número de muertos riguroso y definitivo.

Gran parte de la crueldad detallada por la Comisión de la UA había sido previamente descrita en las Naciones Unidas y en informes de asociaciones pro derechos humanos sin fines de lucro. Pero la presentación de este dossier tras meses de retrasos ligados al proceso de paz en curso significa un importante paso para la UA, que ha sido duramente criticada por mantener los resultados en secreto.

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Mira el documental de VICE News Atrapados en Sudán del Sur:

En los últimos años, muchos países africanos han presionado para obtener una mayor autoridad en el manejo de las investigaciones y actuaciones sobre abusos de los derechos humanos acontecidos en el continente. En este sentido, la investigación es un avance significativo. El Consejo de Paz y Seguridad de la UA ha pedido a un tribunal mixto especial del país que juzgue a los sospechosos.

"El informe demuestra que el rápido proceso que desembocó en la acción de grandes atrocidades en todo el país fue generalizado y coordinado, y que hay evidencia de una política de Estado", opina Ryan D'Souza, un oficial de defensa del Centro Global para la Responsabilidad de Proteger, que ha seguido el conflicto.

"Sudán del Sur es una sociedad altamente militarizada", añade. "Es probable que volvamos a ver atroces crímenes atroces de nuevo, a menos que terminemos con la impunidad y garanticemos que los autores de estos actos asuman responsabilidades, independientemente de su rango, etnia o la afiliación política".

"La UA debe poner en marcha al tribunal mixto lo antes posible", opina D'Souza.

Recientemente, en junio de este año, la ONU informó que unos 129 niños fueron asesinados en el estado de Unity durante el mes anterior. Los investigadores dijeron a VICE News en ese momento que las niñas fueron ejecutadas sumariamente o secuestradas, y los niños fueron atados juntos antes de ser degolladas. Algunos chicos tenían sus genitales cortados y murieron desangrados. A otros los quemaron vivos en sus casas.

La ONU, que tenía una misión de paz (UNMISS) desplegada en el país cuando la lucha estalló en diciembre de 2013, fue en gran medida un mero espectador de la violencia que tenía como objetivo a los civiles. Sin embargo, las bases de la ONU, que se llenaron rápidamente con desplazados de Sudán del Sur, fueron custodiadas y llegaron a alojar a más de 200.000 personas que huían del horror y la persecución.

Sigue a Samuel Oakford en Twitter: @samueloakford