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Esta vez sí: Haití vota en paz tras las violentas elecciones del pasado agosto

Los haitianos han acudido a las urnas por segunda vez en tres meses después que la violencia y las denuncias de fraude empañaran las elecciones de agosto. Esta vez, la votación se celebró pacíficamente.
Votantes haitianos miran una lista para saber dónde emitir su voto en un colegio electoral en Puerto Príncipe. (Imagen por Bahare Khodaband/EPA)

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Después que la violencia y el fraude empañaran las elecciones legislativas en agosto, la nueva elección fue significativamente más controlada en todo el país, donde los haitianos acudieron a las urnas para elegir a un nuevo presidente el domingo. Un total de 142 alcaldías estaban en juego, así como también la segunda ronda para diputados y senadores, ya que la primera vuelta de agosto no fue anulada.

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"Se tomaron decisiones para aumentar la seguridad…lo que condujo a una disminución de incidentes violentos", dijo el jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos, Celso Amorim, expresando su satisfacción con el proceso. Policías con la cara cubierta y fuertemente armados vigilaron durante todo el día la capital de Haití, Puerto Príncipe y las comunidades circundantes.

De 119 candidaturas a diputados, 25 tuvieron que ser relanzadas después de que los centros de votación fueran saqueados o los votos fueran anulados debido al fraude en la caótica votación de agosto. En tres de los diez departamentos de Haití, los resultados finales para el Senado fueron anulados y ayer se volvieron a celebrar.

Haití no ha tenido parlamento desde que una crisis política provocó su disolución en enero pasado, lo que significa que esta elección legislativa es crucial. Los haitianos también esperan que el nuevo presidente pueda poner fin a la pobreza y el caos que azotan el país más pobre de América.

El primer ministro Evans Paul usó la radio en la tarde para felicitar a la policía por las mejoras en la seguridad. Criticada por tener una actitud pasiva durante la última elección, esta vez la policía tomó un rol activo en el mantenimiento del orden en los centros de votación.

Alrededor de 15.000 funcionarios y fuerzas de paz de las Naciones Unidas (ONU) presenciaron las elecciones, según informó la BBC. La ONU dijo que se realizaron 224 arrestos, incluyendo un candidato a la Cámara Baja de Diputados y dos agentes de la Policía Nacional de Haití. En Cap-Haitien, la segunda ciudad más grande de Haití, un individuo fue detenido en posesión de 73 documentos distintos con los que votar.

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El jefe del consejo electoral, Pierre Louis Opont, agradeció a la policía por aprender de la experiencia de agosto. "Hoy la policía ha estado a la altura", sentenció. Opont pidió a los partidos políticos que colaboren para mantener la calma y sean pacientes durante el recuento de votos.

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Bruny Watson, un votante en el barrio de Cité-Soleil, dijo que él no votó en agosto "porque había demasiada violencia", pero estaba decidido a emitir su voto para presidente el domingo. La participación en primera ronda de las legislativas había sido de un miserable 18 por ciento, pero, esta vez, Amorim citó informes elaborados por los equipos de observadores que apuntaban a una participación significativamente mayor.

Estados Unidos ha contribuido con 30 millones de dólares para un proceso electoral que se espera costará más de 70 millones de la misma moneda.

Representantes en el Congreso de EEUU como John Conyers, Bob Goodlatte y Frederica Wilson también estuvieron en Haití en calidad de observadores de la votación.

Los tres formaban parte del grupo de 61 miembros del Congreso que escribieron al secretario de Estado, John Kerry para que "enviara un claro mensaje al gobierno haitiano subrayando la necesidad de garantizar la seguridad de los votantes".

"Lo que vi hoy me llena de optimismo de cara al futuro de Haití", expresó el congresista Conyers a VICE News. La juventud de Haití acudió masivamente a las urnas al igual que los trabajadores, aseguró, y agregó que la mayoría de los votantes "se acercó con seriedad y buena voluntad para apoyar el proceso democrático".

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Sin embargo, algunos problemas surgieron a lo largo del día. Muchos centros no pudieron abrir hasta tarde y en algunas zonas los ciudadanos no pudieron encontrar sus nombres en las listas de votantes. Otros, simplemente, no tuvieron donde ir a votar.

Tras las elecciones de agosto, Wharf Jeremie, uno de los mayores centros de votación, simplemente no abrió dejando a los residentes sin saber donde se suponía que debían votar. Edificio 2004, otro gran centro de votación, tampoco estaba disponible este domingo.

En Canaán, un extenso barrio pobre que aloja a cientos de miles de personas sobre una ladera, muchos de ellos desplazados tras el devastador terremoto que azotó a Haití hace casi seis años, muchos de los votantes tuvieron que viajar muchos kilómetros para encontrar su centro de votación más cercano.

El comentario de Hollande sobre la deuda con Haití reabre las viejas heridas del tráfico de esclavos. Leer más aquí.

Una vez más, los emisores de los diferentes partidos políticos fueron fuente de tensión y provocaron suspicacias en relación a posibles fraudes. A las 6 am una larga fila ya se había formado fuera del centro de votación Horace Etheard en el barrio de Solino. En las elecciones de Haití, los representantes de los partidos políticos, llamados mandataires, tienen permitido para monitorear el voto dentro de los mismos centros de votación. Más de 100 mandataires  o fiscales hacían cola para situarse en una buena posición mucho antes de que las puertas de los colegios electorales se abrieran.

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Uno de ellos fue detenido en el centro de votación Dumersais Estimé. La policía lo atrapó con dos identificaciones de acceso de dos partidos políticos diferentes.

En otro centro, un fiscal fue expulsado después de votar tres veces, según el relato de trabajadores electorales. Algunos no se encontraban allí para vigilar. "Me pagaron para ser un mandataire…pero estoy votando a Fanmi Lavalas", afirmó un emisor del partido Fusión.

A diferencia de las elecciones de agosto, cuando el Consejo Electoral Provisional (CEP) no pudo distribuir suficientes acreditaciones a todos los partidos y las acusaciones de favoritismo fueron reiterativas, este domingo una amplia representación de fiscales estuvieron presentes e incluso, en muchos centros de la capital, parecían superar en número a los votantes.

Muchos observadores se mostraron optimistas en relación a la mejora de la jornada electoral respecto de los comicios de agosto. Sin embargo, se mostraron cautos a la hora de hacer valoraciones.

"Fue mejor que el 9 de agosto, pero al mismo tiempo hay que tener mucho cuidado durante el conteo de votos y lo que ocurra en el centro de tabulación en las próximas semanas", dijo Pierre Esperance de la Red de Defensa de los Derechos Humanos (RNNDDH). RNNDDH es parte de una coalición de grupos de la sociedad civil que desplegaron a más de 1.800 observadores en todo el país.

Al caer la noche del domingo, los trabajadores electorales y los emisores de los partidos políticos seguían contando votos de los 13.725 centros de votación en todo el país.

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No se esperan resultados preliminares hasta por lo menos el 3 de noviembre, aunque muchos anticipan que incluso tomará más tiempo, ya que muchos votos se emitieron en zonas rurales y deben ser llevados al centro de tabulación central, ubicado en Puerto Príncipe. Allí, los técnicos determinarán qué votos son válidos y cuáles se descartan debido al fraude u a otras irregularidades.

La ley electoral de Haití prohíbe la publicación de ningún resultado hasta que se realice el anuncio oficial. La transparencia y la equidad percibida del proceso de escrutinio es, probablemente, la prueba final del éxito de las elecciones.

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Aunque las encuestas de opinión pública en Haití son muy poco fiables, la mayoría de los observadores coincidieron en que la carrera presidencial había quedado entre un puñado de candidatos, de un total de 54.

128 partidos políticos presentaron candidatos para los diferentes puestos y cargos que se elegían.

Jude Celestin, un ingeniero mecánico educado en Suiza que retiró su candidatura de la carrera presidencial de 2010 debido presión internacional, es uno de los que podría obtener mejores resultados en las elecciones presidenciales. Otro de los favoritos es Jovenel Moise, sucesor del actual presidente Michel Martelly, quién fue elegido a dedo para postularse a las presidenciales y es propietario de un negocio de exportación de bananas.

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En el último día de la campaña, el dos veces presidente derrocado Jean-Bertrand Aristide protagonizó una extraña aparición junto a Fanmi Lavalas en apoyo a Maryse Narcisse, expresando su esperanza en que Haití en la posibilidad de que Haití elija a su primera presidenta mujer. Se especula que ninguno de los candidatos podrá conseguir los votos suficientes para evitar una segunda vuelta el 27 de diciembre.

"Hoy el pueblo haitiano ha ejercido su derecho al voto", declaró el ex senador y candidato presidencial Moise Jean Charles a VICE News. "Espero que el CEP respetará su decisión, y esperaremos los resultados. Yo, como candidato con una visión progresista de nuestro país, espero haber ganado la confianza del país para comenzar a trabajar en los cambios sociales y económicos que necesita Haití".

Pero mientras la mayoría de los ojos estaban puestos en la carrera presidencial, los efectos de la debacle electoral de agosto en las candidaturas legislativas tendrán un impacto significativo en el próximo gobierno. Los grupos locales de derechos humanos han expresado su preocupación por el hecho de que los candidatos implicados en los casos de violencia y fraude electoral aún no han sido sancionados o expulsados de la carrera electoral.

Es probable que ninguno de los partidos obtenga una mayoría de escaños, lo que dejará un gobierno dividido sea quién sea que se haga con la presidencia.

Jake Johnston es investigador asociado en el Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR) en Washington DC. Es el principal autor de la publicación de CEPR Haití, el blog de veedores Alivio y Reconstrucción. Síguelo en Twitter: @JakobJohnston