Un sistema de misiles antiaéreos Igla fabricado en Rusia.
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Según Mark Galeotti, profesor de Asuntos Globales en la universidad de Nueva York, y escritor versado en la delincuencia criminal de la Europa del Este, existen evidencias muy escasas de que el armamento chino esté circulando por Ucrania. De hecho, normalmente, misiles como los FN-6 llegan directamente a Siria desde China, Pakistán, o, más probablemente, desde Sudán, y resultaría ciertamente rocambolesco desviar la ruta para hacer escala alguna en Ucrania.Claro que tampoco se puede decir que sea imposible: los criminales son, a menudo, "oportunistas que negocian con lo que tienen", explica. Claro que resulta desconcertante. "Si eres un criminal ucraniano, hacerte con MANPADS de la era soviética es un juego de niños. De manera que la pregunta es: ¿por qué nadie tendría que molestarse y arriesgarse en conseguir las armas en cualquier otro sitio?Todos los expertos entrevistados aseguran que la vía más obvia y accesible de Ucrania para hacerse con armamento portátil que puede dispararse con el hombro, es la de la antigua Unión Soviética. De allí proceden modelos tales como el Igla o el SA-7, empleado en guerras por todo el mundo a partir de los años 70, desde Afganistán a Vietnam, pasando por las guerras civiles que brotaron insaciablemente por todo Sudamérica.'Si eres un criminal ucraniano, hacerte con MANPADS de la era soviética es un juego de niños'.
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El conflicto del este de Ucrania, que estalló el año pasado, se ha cobrado ya la vida de 8.000 personas, y ha provocado que los traficantes de armas del país se hayan visto reducidos a dos categorías: los patriotas y los solitarios."En 2014, un gran número de personas se vieron obligadas a elegir de qué bando estaban", explica Clarkson. "Muchos optaron por el proyecto alambicado y caprichoso de construir un estado ucraniano. Los traficantes de armas más 'patrióticos' decidieron invertir en la operación y ahora se dedican a pagar los sueldos de determinados batallones, y a desarrollar un industria armamentística ucraniana".'Los terroristas no son de confianza por definición'.
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