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COLOMBIA

¿Por qué el ELN no se ha subido ya al carro de la paz en Colombia?

Los acuerdos de paz entre las FARC y el gobierno colombiano han dejado fuera de las negociaciones a la guerrilla del ELN. Los expertos consideran que el grupo armado espera al resultado del referéndum por la paz para decidir sobre su futuro.
Combatientes del ELN desmovilizados en 2013. (Imagen por Christian Escobar Mora/EPA)

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El Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno de Colombia hicieron pública el pasado marzo la agenda que marcaría el ritmo de las conversaciones de paz entre ambas partes. Pero hasta el momento, esa ha sido la única muestra de conciliación.

El anuncio del acuerdo de paz en La Habana (Cuba) entre la delegación gubernamental y la guerrilla de las FARC se vivió también como un posible efecto dominó que ayudaría a desencallar el acercamiento entre Juan Manuel Santos y el máximo líder eleno, Nicolás Bautista alias "Gabino".

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Nada más lejos de la realidad. El pasado lunes los insurgentes decretaron un paro armado de 72 horas en seis departamentos — Arauca, Boyacá, Casanare, Norte de Santander, Santander y Vichada — para conmemorar el 36 aniversario del frente Domingo Laín. El comercio y la circulación por carretera quedaron suspendidos.

Por otro lado, Gabino, publicó hace unas semanas una carta abierta a las FARC en la que aseguraba respetar el acuerdo con el gobierno, pero no lo compartía.

"No vemos clara la voluntad de paz del gobierno nacional, que nos permita desde ya trazar una ruta definitiva hacia la paz de Colombia", señalaba la misiva.

El comandante recordaba los procesos que la guerrilla lleva iniciando con los sucesivos gobiernos desde hace 23 años.

"En ninguno de esos gobiernos, hemos visto voluntad real para buscar la paz y contrario a ella hemos constatado la intención de desarmar las guerrillas sin que a cambio exista la real voluntad de pactar acuerdos que pongan fin a las causas que originaron el conflicto político, social y armado."

Adiós a las armas: la paz según dos exguerrilleras colombianas. Leer más aquí.

En este contexto, la Defensoría del Pueblo ha alertado de un incremento de las acciones militares del ELN y su presencia en zonas que han ido abandonando las FARC tras el acuerdo de paz.

"Están en una fuerte discusión interna que estalla tras el anuncio de la agenda" apunta a VICE NEWS el director ejecutivo de la Corporación Nuevo Arco Iris, Fernando Hernández. Organización formada por la Corriente de Renovación Socialista, un movimiento político encabezado por una escisión del ELN en 1991.

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"Hay diferentes opiniones sobre cómo llevar la negociación. El frente Domingo Laín, más duro y militarista, ha mantenido una posición férrea contra el Comando Central (COCE) en la que se apuesta por la fuerza. Es decir, priorizar la estrategia de guerra y que la negociación sea una herramienta más dentro de esta estrategia", explica.

Guerrilleros del bloque sur de las FARC en su campamento durante la celebración del 10º congreso nacional de la guerrilla. (Imagen por Mauricio Dueñas/EPA)

La estructura del ELN sigue un modelo federal en el que cada frente tiene un alto grado de autonomía, a diferencia de la estructura sólida y vertical de las FARC. Este hecho ha propiciado el fortalecimiento del frente Domingo Laín y su capacidad de condicionar el rumbo político de esta guerrilla.

"Tiene recursos suficientes y ha logrado crear una estructura paralela al COCE, al menos en los departamentos de Chocó, Cauca, Nariño y Arauca. Le ha restado hegemonía a la organización. Hay gente del ELN que ha convertido la guerra en un modo de vida, que no ven ventaja en la desmovilización," apunta Hernández.

El ELN no dejará los secuestros

El ELN culpa al gobierno de que le quiera "imponer" que abandone el secuestro y libere a los retenidos para que empiecen las conversaciones.

"El presidente pretende imponernos una condición sin ser un acuerdo establecido y cuando hay punto especifico de la mesa, que en el caso de las retenciones es el quinto punto. Es allá donde corresponde (negociar el secuestro) y no tiene porque haber condicionantes", ha señalado en varias ocasiones alias Gabino.

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Para Camilo González, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), el asunto de los secuestros es un mero pretexto para demorar la negociación.

"Yo creo que están calculando los tiempos políticos y esperando a que pase el plebiscito de apoyo o refrendación al proceso de paz. Quieren ver el nuevo contexto político del país", sugiere a VICE News.

González no cree que las partes emitan ningún comunicado sobre el proceso hasta pasado el plebiscito del 2 de octubre. Es más, señala que la dinámica militar de la guerrilla y las operaciones del Ejército continuarán hasta entonces.

"Tras la votación tendrán más presión y seguramente se reanudarán las negociaciones. Después de octubre ya tendremos las cartas en la mesa para saber qué va a ocurrir", apunta.

No obstante, la posibilidad de que el resultado del plebiscito sea un no al acuerdo con las FARC generaría una situación de "crisis y de incertidumbre" en el país.

"Entonces va a ser muy difícil que se logre un pacto con el ELN, al menos con este gobierno. Así que, como suele decirse, habría guerra venteada hasta 2018", sostiene el presidente de INDEPAZ.

ELN, una fuerza regional

La organización Ideas para la Paz ha publicado el informe ELN, mucho ruido y poca fuerza en el que se registra un aumento de los ataques de esta guerrilla en el primer semestre de 2016. En febrero de este año, por ejemplo, se produjeron 73 acciones militares, una cifra sólo comparable a las de 2001.

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"Han buscado proyectarse y posicionarse como una fuerza vigente militarmente, susceptible de una negociación política. Esta forma de actuar es muy frecuente al inicio de negociaciones", señala el documento.

El pico de febrero se atribuye también al aniversario de la muerte de Camilo Torres, uno de los fundadores de la guerrilla. Es práctica habitual del ELN aumentar los ataques en fechas como esta.

El documento se hace eco de la presencia del ELN en zonas históricas de las FARC. Pero el autor matiza que son regiones donde los elenos ya habían sido fuertes en el pasado o convivían con otros frentes de las FARC.

Un ejemplo de ello es el municipio de Puerto Carreño (Vichada), donde el 3 de julio perdieron la vida tres integrantes de la Armada en acciones de la guerrilla. O en Bocas de Satinga (Nariño), donde el ELN asesinó a dos policías.

No obstante, el grueso de los ataques recientes se ha focalizado en Arauca y Norte de Santander, regiones donde ha operado siempre el ELN. "Estas acciones no son significativas pero contribuyen a generar la sensación de que esta agrupación armada está llegando a nuevos espacios", concluye el informe.

¿Pacto entre ELN y FARC?

Un analista del conflicto armado que ha trabajado con diferentes organizaciones en Colombia y que prefiere no desvelar su nombre expone a VICE News lo que ha venido escuchando en las zonas más golpeadas por la guerra.

"Se dice que puede haber un pacto entre las FARC y el ELN. Por un lado, las FARC ceden a algunos de sus hombres a los elenos para que se hagan fuertes en sus zonas. De ese modo, el ELN saldría reforzado de cara a una negociación tras el fin del proceso con las FARC", cuenta a VICE NEWS.

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"Y por otro lado, las FARC dejan sus zonas históricas al cuidado del ELN por si les toca volver al monte en el caso de que el Estado les falle en el proceso de paz".

Desde la Corporación Nuevo Arco Iris no han querido comentar esta teoría. Pero su director, Fernando Hernández, sí señala que es probable que las facciones militaristas de la guerrilla estén sopesando la idea de engrosar sus filas con los guerrilleros de las FARC que no quieran desmovilizarse, hacerse fuertes y entrar con más cuerpo a negociar.

"Pero eso es un error. El Ejército va a volcarse en las operaciones contra el ELN, ahora que ya no están las FARC. Y Venezuela, que ha sido el santuario de esta guerrilla, está en una grave crisis. Es un error de cálculo, un gravísimo error desaprovechar este momento para hacer política", asegura.

Carlos Velandia, ex comandante del ELN y hoy gestor de paz, desestima esta teoría de plano. "No la comparto en ninguno de los términos. Está salida de tono, de contexto y de análisis académico y político. La agenda es inamovible. Un muerto más o menos no cambia la historia del ELN, ni su imagen ni su presencia en el país", afirma a VICE News.

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Velandia carga responsabilidades en la sociedad y opina que debe ser esta la que presione a guerrilla y Gobierno para que aceleren el proceso. "El ELN dice que escucha a la sociedad y se debe a ella. Pues la sociedad hace tiempo que viene acompañando a los procesos de paz. Así que es hora de crear diálogos que pongan fin a los conflictos".

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Por último, Camilo González, presidente de INDEPAZ, aporta datos que contradicen la teoría del pacto entre guerrillas.

"Hoy hemos recibido un comunicado de la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas de Colombia (CONPIC) y de la Marcha Patriótica –movimiento político cercano a las FARC- denunciando amenazas por parte del ELN en San Juan (Chocó, costa pacífica)", explica.

"Les han prohibido que estas organizaciones celebren cualquier acto político. Si no, serán retenidos", añade.

Este hecho concuerda con la denuncia del Partido Comunista, también cercano a las FARC, sobre el asesinato de militantes en el departamento de Arauca por parte del ELN. Según la dirección nacional del partido desde 1985 la guerrilla habría dado de baja a 40 militantes en lo que sería una constatación de la rivalidad entre insurgentes en ciertos territorios.

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